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CRITICA
Por: PACO CASADO
El hecho de estar realizada por Ron Howard, director especialista en títulos sobre el mundo del deporte, debería dar confianza al espectador y ser una garantía.
Pero resulta que aunque haya realizado películas sobre el golf 'Tin Cup' (1996), baloncesto, 'Los blancos no la saben meter' (1992), o béisbol 'Los búfalos de Durham' (1988) no deja de ser un realizador mediocre.
Ahora se decide a abordar el deporte que más le gusta con 'Jugando a tope' (1999), la historia de dos amigos, boxeadores fracasados, que les sale un combate, con el inconveniente de tener que enfrentarse el uno contra el otro y de que en un día han de trasladarse de Los Angeles a Las Vegas, si quieren ganar una bolsa de 50.000 dólares, como teloneros en una velada en la que la figura es Mike Tyson.
Estos estupendos amigos y ex contendientes de peso mediano se enfrentarán entre sí por primera vez.
El guion se compone de este breve prólogo, donde les contratan para la pelea, un larguísimo viaje en el que les acompaña una mujer que ha sido novia de ambos, y a través de varias incidencias vamos conociendo mejor a los dos boxeadores, su pasado, sus fracasos y sus esperanzas, y el enfrentamiento final, que es lo mejor de una cinta desequilibrada en su contendido.
Para amenizar un poco la parte central se le da un tono de comedia, que no logra elevar mucho el interés, ni acumulando tópicos como la corrupción existente en este deporte con tongos o combates amañados para ganar en las apuestas.
Al parecer la pelea la hiciero de verdad, y ambos actores se zurraron de lo lindo, resultando con dos costillas fracturadas Antonio Banderas.
Los actores se comportan a tono con las circunstancias ya que el film parece cortado a la medida de ambos.
A lo largo de la narración se incluyen cameos de famosos como Kevin Costner, Rod Stewart, Wesley Snipes, James Woods, etc., que divierten al espectador.
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