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CRITICA
Por: PACO CASADO
Al western y a la comedia siguió una ligera etapa que intentó ponerse de moda el filón comercial explotando el romanticismo y el melodramático facilón, pero no llegó a cuajar del todo.
Lo que si parece que está siendo un éxito comercial en todo el mundo, es la moda del cine de terror.
En este sentido han hecho una gran labor por realzar el género los realizadores ingleses, que han logrado películas de una calidad bastante estimable.
Se volvieron así a desenterrar a los viejos monstruos, siendo de entre ellos Drácula el que se ha llevado la mayor parte, y se puso en danza nuevamente el género de terror.
Pero como en todo ocurre en la vida, la buena simiente creció junto con la cizaña, con la mala simiente, junto a stas obras estimables, otros realizadores se aprovecharon del gran boom comercial que esto significaba, y realizan películas de miedo como rosquillas, sin el mayor rigor, con los elementos al alcance, con sorpresas facilonas y archirrepetidas, con la falta de imaginación propia del que se trata de copiar sin saber.
En este sentido Amando de Ossorio, por supuesto no ha logrado ninguna obra maestra, pero a veces tiene aires de novedad en su relato que a su vez posee muchos puntos de contacto con el tema de los vampiros, con las creencias ancestrales de monjes asesinados durante la Edad Media, de caballeros que salen de sus tumbas para cumplir su venganza, etc.
Al guion le falta rigor, un mejor tratamiento, un ajustar más a los personajes, no dejar cabos sueltos, y varios detalles más.
Buenos efectos especiales a veces.
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