Título: | TWO LOVERS | |
Tit. Orig.: |
TWO LOVERS | |
Nacionalidad: | EE.UU., 2008 | |
Dirección: | JAMES GRAY | |
Guión: | JAMES GRAY y RICHARD MENELLO | |
Fotografía: | JOAQUÍN BACA-ASAY | |
Música | DANA SANO | |
Interpretes: | JOAQUÍN PHOENIX, GWYNETH PALTROW, VINESSA SHAW, MONI MOSHONOV, ISABELLA ROSSELLINI y JOHN ORTIZ | |
Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORS DE 12 AÑOS | |
Duración: | 110 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
James Gray es un director cuya trayectoria es más reconocida en Europa que en Estados Unidos, que no se prodiga mucho ya que su filmografía se compone de cuatro películas y en todas ellas hay una temática común: el crimen y la familia.
Las tres primeras, Cuestión de sangre (Little Odessa) (1994), La otra cara del crimen (2000) y La noche es nuestra (2004), eran modélicas muestras de recuperación del cine policiaco en las que siempre tiene presencia el entorno familiar.
En su cuarto film, Two lovers, da un cierto cambio, ya que deja a un lado la violencia y el crimen y se centra únicamente en la familia, con lo cual solo hay drama, el de Leonard, un joven atormentado, que ha tenido que romper con su novia por incompatibilidad genética, que ha intentado suicidarse en varias ocasiones.
Ha vuelto al hogar de sus padres y a trabajar en el humilde negocio familiar de lavandería, cuando a él lo que más le gusta es la fotografía.
Leonard tiene ocasión de enderezar su vida cuando conoce a una nueva vecina, Michelle, una mujer algo inestable, adicta a las drogas, con una relación con un hombre casado, que le gusta que le adulen, y también a Sandra, la tímida y modesta hija de un socio de su padre, que está enamorada de él.
Este hombre débil, que se debate entre el amor de estas dos mujeres, la una sofisticada y la otra convencional y cariñosa, únicamente saldrá de este dilema gracias al amor.
Una vez más el guion de este nuevo drama, que según declara el propio director se inspiró en Noches blancas, de Dostoievsky, nos da esta mirada poco complaciente del amor, con un personaje al límite, abocado al abismo.
Es el caso del citado Leonard, con un desequilibrio afectivo y mental, en crisis de identidad, a través del que se nos da una visión nada frívola de esta dualidad entre el amor platónico y el racional.
Dosifica bien un relato en el que pone sensibilidad en un mundo poco esperanzado, con una experiencia emocional que se acerca al sentimentalismo sin caer en ello, diferenciando ambos aspectos.
Se trata de una historia sobre el deseo, tomada en serio, a través del personaje del protagonista, un ser inmaduro, que actúa como un niño ante el amor.
Una cinta romántica ambientada en un conseguido clima familiar, con frecuentes celebraciones, que pone a los protagonistas en situaciones asfixiantes a veces, que hace interesante hechos cotidianos como una simple cena o una llamada de teléfono.
James Gray, que abandona el policiaco para pasarse al drama amoroso, hace una puesta en escena clásica, con buen gusto a la hora de elegir los encuadres y la planificación, con un dominio del lenguaje fílmico brillante.
Tiene un reparto de actores bien encajados, encabezado por su actor fetiche Joaquin Phoenix con el que hace su tercera película, seguido de forma notable por Gwyneth Paltrow y Vinessa Shaw, respaldados por Isabella Rossellini y Elias Koteas en el papel de los padres de Leonard.
Fue nominada al César al mejor film extranjero