Título:	EL AMOR DE TONY
Tit. Orig.:	ANGÉLET ET TONY
Nacionalidad:	FRANCIA, 2010
Dirección:	ALIX DELAPORTE
Guión:	ALIX DELAPORTE
Fotografía:	CLAIRE MATHON
Música	MATHIEU MAESTRACCI
Interpretes:	CLOTILDE HESME, GRÉGORY GADEBOIS, EVELYNE DIDI, PATRICK DESCAMPS, LOLA DUEÑAS, ANTOINE LAURENT, JÉRÔME HUGUET
Censura:	NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 7 AÑOS
Duración:	80 MINUTOS

 Por  PACO CASADO

     Aunque hay veces en las que debemos desconfiar de los premios que obtienen las películas en los festivales, ya que son muy relativos, cuando no interesados o mediatizados por los jurados, sin embargo hay ocasiones que sirven para destacar o llamar la atención sobre un determinado título que merece la pena verse.
 Un caso podría ser el de este film que consiguió el Premio de la crítica en la Mostra de Cine de Venecia de 2010 en la sección Panorama Mediterráneo, que nos parece una cinta interesante, que corre el peligro de pasar desapercibida.
 En nuestros muchos años de ejercer la crítica pocas veces nos ha enganchado tanto la actuación y la personalidad de una actriz como Clotilde Hesme, una mujer con una personalidad increíble y con un atractivo en su rostro que eleva el interés de este drama constituido por el amor entre dos seres tan diferentes como Angèlet y Tony, que dan título al original francés, mucho más adecuado ya que el español deja fuera a ella que es la verdadera y auténtica protagonista de esta historia.
 Angèlet es una mujer solitaria, algo arisca, recia, cuyo carácter tal vez ha sido moldeado durante los dos años que ha pasado en la cárcel debido a un accidente en el que perdió la vida su marido, del que tiene un hijo de pocos años que vive con los abuelos paternos, al que trata de recuperar, ganarse su cariño y conseguir la redención a través del amor.
 Por un anuncio de contacto en un periódico conoce en una cita a ciegas a Tony, poco agraciado, un hombre de mar, pescador, duro en apariencia pero con un gran corazón en el fondo, que vive con su madre ya que su padre desapareció en el mar hace seis meses.   Está necesitado de compañía y de cariño, no quiere sexo con Angèlet, necesita alcanzar su confianza, su amor, y que esté con él porque le quiera realmente, no por interés, por no tener un hogar donde vivir o conseguir un matrimonio de conveniencia.
 Es la ópera prima de la directora Alix Delaporte que tiene las ambiciones justas para llevar a cabo esta pequeña historia que no es muy original pero con el suficiente atractivo para captar la atención del espectador por la forma de contar esta radiografía emocional de dos seres en soledad, que deja una puerta abierta a la esperanza.
 Destaca la actuación de la pareja protagonista, la estupenda Clotilde Hermes y de Grégory Gadebois notable actor de teatro, que hacen creíbles, por su naturalidad, a sus respectivos personajes.
 Una muestra más del buen hacer del cine francés.