Título:	EL PACIENTE INGLÉS
Tit. Orig.:	THE ENGLISH PATIENT
Nacionalidad:	EE.UU., 1996
Dirección:	ANTHONY MINGHELLA
Guión:	ANTHONY MINGHELLA. Basado en la novela escrita por MICHAEL ONDAATJE
Fotografía:	JOHN SEALE
Música	GABRIEL YARED
Interpretes:	RALPH FIENNES, JULIETTE BINOCHE, KRISTIN-SCOTT THOMAS, WILLEM DAFOE, COLIN FIRTH, JURGEN PROCHNOW, NINO CASTELNUOVO
Censura:	NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 13 AÑOS
Duración:	151 MINUTOS

 Por  PACO CASADO

    Películas como ésta nos reconcilian con el cine clásico, con aquellas grandes superproducciones británicas ganadoras de múltiples Oscars, caso de "El paciente inglés" que fue, nominada para 12 de ellos y acabó ganando nueve y muchos premios más.
 Su construcción nos recuerda a la de una sinfonía, con sus tiempos bien marcados, sus pausas y altibajos en el ritmo, que contribuyen a darle un todo uniforme entre la literatura y la música, para contarnos un melodrama mezcla de amor, aventuras pasión y guerra, mil veces narrado en una pantalla, pero posiblemente nunca de una forma tan conjuntada como ésta.
 El film nos desvela a un nombre casi desconocido como el británico de 33 años Anthony Minghella (tan sólo habíamos visto su regular "Un marido para mi mujer") que demuestra que es capaz de manejar con soltura dos historias paralelas fundidas en una sola, con un buen empleo del flash-back y un eficaz trabajo de montaje.
 Cuatro años empleó en la adaptación de esta compleja novela, escrita en 1992 por Michael Ondaatje, que se empeñó en llevar al cine cuando la leyó y que constituyó su único objetivo durante ese tiempo.
 Un melodrama en el que se funden el amor y el dolor de un hombre, Laszlo Almássy, un conde húngaro de enigmáticas raíces, ingeniero de minas, que trabaja para el ejército británico, durante la Segunda Guerra Mundial.
 En un viaje con el cadáver de su esposa en una avioneta, es derribada en el desierto y termina agonizante, con el cuerpo quemado, en un hospital donde le reconocen como "el paciente inglés".
 Dejado al cuidado de una enfermera de origen canadiense ésta indaga en su vida para conocer su pasado, mientras le lee el libro de Herodoto, (padre de la historia), que llevaba consigo, lleno de apuntes.
 Ésta y la inocente y fresca historia de los amores de la enfermera con un teniente especialista en explosivos, corren paralelas fundiéndose en una sola de forma casi imperceptible.   Ella es su único nexo de unión con este mundo en la búsqueda de su identidad en este infernal absurdo que es la guerra.
 Las dos horas largas de proyección apenas se hacen sentir en el ánimo del espectador ya que constituye una de las más hermosas cintas de los últimos tiempos.
 El espléndido guión logra transmitir la elegancia literaria de la novela que une lo épico con la profunda emoción poética del tema y lo convierte en un puzzle de sentimientos y emociones unido perfectamente a través de la puesta en escena de Anthony Minghella, que logra una soberbia ambientación.
 La candidez de Juliette Binoche, la enigmática arrogancia de Ralph Fiennes, la dureza de Kristin-Scott Thomas y la fuerte personalidad de Willem Dafoe constituyen un excelente cuadro de bien elegidos intérpretes para estos densos y complejos personajes, que se ven envueltos en la inspirada música de Gabriel Yared y rodeados por la espléndida fotografía de John Seale.
 Todos estos son valores de este emocionante melodrama romántico que constituye esta obra magnífica, brillante y hermosa, que ganó 9 Oscars: Película, Director, Actriz secundaria (J. Binoche), Fotografía, Música, Dirección artística, Vestuario, Montaje y Sonido, de las 12 nominaciones que obtuvo. 2 Globos de Oro: Película dramática y Música. El Oso de Plata mejor a la actriz (J. Binoche) en el Festival de cine de Berlín. Y 5 Bafta de la Academia británica