Título: | COPLAND | |
Tit. Orig.: |
COPLAND | |
Nacionalidad: | EE.UU., 1997 | |
Dirección: | JAMES MANGOLD | |
Guión: | JAMES MANGOLD | |
Fotografía: | ERIC EDWARDS | |
Música | HOWARD SHORE | |
Interpretes: | SYLVESTER STALLONE, HARVEY KEITEL, RAY LIOTTA, ROBERT DE NIRO, PETER BERG, JANEANE GAROFALO, ROBERT PATRICK, MICHAEL RAPAPORT, ANNABELLA SCIORRA | |
Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 18 AÑOS | |
Duración: | 104 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Ante todo queremos llamar la atención sobre algo fundamental en esta película, como es la presencia de Sylvester Stallone, que en otro tipo de film o género resulta ser de lo más comercial y atractiva para la audiencia masiva de la cinta, que en este caso puede ser perjudicial, ya que no incorpora el papel en el que sus incondicionales están acostumbrados a verle.
Y por otro lado aquellos que no sean habituales de su cine puede que no entren, al no estar informados de que se trata de una producción distinta.
'Cop Land' (1997 es una historia en torno a la corrupción policial que podía haber firmado muy bien Sidney Lumet.
En algún momento de la década de 1970, los agentes de la policía de Nueva York querían tener un refugio seguro para vivir lejos de las calles de la peligrosa ciudad de los rascacielos y establecieron la pequeña población suburbana de Garrison, en Nueva Jersey, que hace de ciudad dormitorio, donde habitan los policías de la Gran Manzana.
Ha sido construida por la Mafia y en ese lugar anida la corrupción entre la mayoría de los representantes de la ley.
Freddy Heflin, que siempre quiso ser policía, nunca pudo obtener ese objetivo debido a ser sordo de un oído y ha tenido que conformarse con ser sheriff de Garrison.
El único legal es el sheriff que procura imponer el orden que, tratándose de que sus habitantes son policías, se limita a resolver asuntos puramente domésticos.
Así sucede hasta que un día un feo accidente con varios muertos lo implica algo más en el tema y de esa manera descubre, poco a poco, que la ciudad, tras su aparente respetabilidad, es un frente para las conexiones de la mafia y que la corrupción existe entre la mayoría de sus habitantes.
La otra cara de la moneda es Mo Tilden, un agente de asuntos internos, que husmea entre la basura del cuerpo.
Con ese soberbio material de primera mano, el novato James Mangold (este es su segundo trabajo como guionista y director) compone un guion interesante para este thriller que está dentro de la línea de autoacusación que suele hacer el cine norteamericano sacando sus pecados a la calle y exponiéndolos sin ningún reparo y con una gran valentía.
Si bien el tema no es nuevo, sí llama la atención su tratamiento que es bastante serio, su puesta en escena sin alardes técnicos, con la más estricta sobriedad, en la misma línea que camina la buena nómina de excelentes actores que componen su reparto.
El camaleónico Robert de Niro acepta cualquier papel secundario siempre que sea bueno; Harvey Keitel, seguro y eficaz, como nos tiene acostumbrados y Ray Liota en un ambiguo personaje entre el bien y el mal.
Y junto a estos monstruos la sobriedad de registros interpretativos insospechados desplegada en este caso por Sylvester Stallone, en un papel muy alejado de sus habituales interpretaciones ofreciendo una actuación muy convincente que no desmerece del resto, que encarna a un hombre sencillo, sordo de un oído y acomplejado, que duda entre hacer la vista gorda o la denuncia de aquellos a los que siempre ha admirado y que ahora comprueba que están corrompidos.
Creemos que es su mejor trabajo hasta ahora.
Entre los papeles femeninos destaca la brevedad de la intervención de Annabella Sciorra y de Janeane Garofalo, pero no por ello menos meritoria, en el conjunto de esta interesante producción.
Premio a Sylvester Stallone como mejor actor en el Festival de Estocolmo.