Título: | EL DICTADOR | |
Tit. Orig.: |
THE DICTADOR | |
Nacionalidad: | EE.UU., 2012 | |
Dirección: | LARRY CHARLES | |
Guión: |
SACHA BARON COHEN, ALEC BERG, DAVID MANDEL, JEFF SCHAFFER |
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Fotografía: | LAWRENCE SHER | |
Música | ERRAN BARON COHEN | |
Interpretes: | SACHA BARON COHEN, ANNA FARIS, BEN KINGSLEY, JASON MANTZOUKAS, MEGAN FOX, FRED ARMISEN, JOHN C. REILLY, B.J. NOVAK | |
Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 16 AÑOS | |
Duración: | 82 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
No hay más que ver las películas que ha interpretado este cómico judío Sacha Baron Cohen, "Ali G. anda suelto" (2002), "Borat" (2006), "Bruno" (2009), para saber qué humor nos vamos a encontrar en su nuevo producto hecho a la medida, "El dictador" (2012), aunque en ésta está un poco más moderado que en los anteriores, pero la zafiedad, la grosería, el sexo, la escatología, que es algo que va con él, siguen presentes, una vez más.
Aquí pretende hacer una parodia de las dictaduras actuales y confecciona un guion a base de retazos de "El prisionero de Zenda", de donde copia el tema de los dobles, de "El gran dictador", de donde toma el discurso final; el personaje central es una mezcla de Fidel Castro, Gadafi y posiblemente algunos más.
Es un cínico que no cree en nada y mata a los que creen en algo.
Critica las tiranías de los países árabes, la democracia, el imperialismo americano, el fundamentalismo islámico, pero no se atreve con el Islam, tratando de hacer humor con el choque de culturas, al tiempo que denuncia la hipocresía del mundo occidental.
Pero la intención se diluye entre los distintos sketches que componen las situaciones del relato de esta sátira política deslenguada, que no son más que situaciones esporádicas para crear humor.
El guion es realmente infumable, toma de las distintas dictaduras actuales en lugar de luchar contra ellas y criticarlas, sin un gag que sea apreciable, que levante siquiera una leve sonrisa.
Una vez más está dirigida por su realizador habitual, Larry Charles, que al parecer le tiene cogida la medida, pero lo que no ha encontrado aun es el ritmo, creando así una comedia corrosiva pero tediosa, que se va por los cerros de Úbeda, cayendo como siempre en la sal gruesa y el chiste fácil, irreverente, poco eficaz e insultantemente grotesca.
Crea aquí uno más de sus habituales personajes, Haffaz Aladeen, un despótico dictador norteafricano, un sátrapa oriental pérfido, que niega el holocausto y desarrolla la tecnología atómica a escondidas de Occidente, que lucha contra la democracia, que tiene sometido a su país, Wadiya, habiéndole quitado el poder a su tío Tamir, que trabaja en la sombra para derrocarle.
Sacha Baron Cohen sigue pretendiendo hacer gracia y no la tiene. Lo que no sabemos es qué hace en una producción como ésta un actor de la categoría de Ben Kingsley. Simpático y positivo el papel de Anna Faris, lo mejor de este film.