Título: | CAFÉ DE FLORE | |
Tit. Orig.: |
CAFÉ DE FLORE | |
Nacionalidad: | CANADÁ, FRANCIA, 2011 | |
Dirección: | JEAN-MARC VALLÉE | |
Guión: |
JEAN-MARC VALLÉE |
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Fotografía: | PIERRE COTTEREAU | |
Música | Varias canciones | |
Interpretes: |
VANESSA PARADIS, KEVIN PARENT, EVELYNE BROCHU, ALICE DUBOIS, MICHEL DUMONT, HÉLÉNE FLORENT, MARIN GERRIER, LINDA SMITH, EVELYNE DE LA CHENELIÉRE, JOANNY CORBEIL-PICHER |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 12 AÑOS | |
Duración: | 120 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Del director canadiense Jean-Marc Vallée hemos visto en España tres de sus películas, "C.R.A.Z.Y." (2005), que fue la que le dio a conocer prácticamente, a la que siguieron "La reina Victoria" (2008) y "Café de Flore" (2011), la última realizada hasta ahora, que no es precisamente la mejor de ellas.
Aquí se plantea diversas clase de amor a través de dos historias separadas por el tiempo y la distancia.
Una de ellas es la de Jacqueline, que se desarrolla en el París de 1969, quien tras tener a su hijo Laurent con síndrome de Down es abandonada por su marido y lo cría sola dedicándole su vida y todo su amor, hasta hacerse obsesivo.
La otra transcurre en el Montreal actual de 2011. Antoine es un dj muy apreciado. Se enamora de Carole y tiene dos hijas. Pero cuando conoce a Rose, con la que vive un apasionado amor, se separa de su esposa. Ella no puede soportar la separación y él se siente de alguna forma culpable.
Hay si se quiere una tercera historia de amor puro, infantil, el que vive Laurent con su amiguita de clase Vero, a pesar de su corta edad, de la que no quiere separarse nunca.
A veces los directores se empeñan en complicar las historias, como ocurre en este caso a Jean-Marc Vallée a la hora de mezclarlas, ya que nada tiene que ver una con la otra, que presentan dos clase de amor y lo que significa el divorcio a veces en la sociedad moderna.
Al parecer en Canadá es demasiado frecuente que las parejas se separen en una gran mayoría, no como antes en que los matrimonios eran para toda la vida, tal vez influidos por las creencias religiosas, algo que de alguna manera se apunta también en el film, al igual que la posible reconciliación que no acaba de llegar.
La realización es complicada ya que en el montaje mezcla paralelamente las dos historias pasando de una a otra sin solución de continuidad, interrumpiendo pasajes interesantes.
Mezcla también elementos parasicológicos, los sueños, las visitas al psiquiatra que hace Antoine y a una vidente por parte de Jacqueline que embarullan la narración y que no añaden nada interesante que destacar.
Por más que el director diga que la canción "Café de Flore", de Matthew Herbert, que da título a la cinta, multiversionada a lo largo de la trama, le da unidad es algo que no se lo cree ni él.
En definitiva la película es un puzzle difícil de entender porque las piezas no acaban de encajar, ni es capaz de controlar este extraño film Jean-Marc Vallée, cuyo fondo es mejor que la forma a la que sobran muchos planos innecesarios por repetitivos.