Título: | CELEBRACIÓN | |
Tit. Orig.: |
FESTEN | |
Nacionalidad: | DINAMARCA, 1998 | |
Dirección: | THOMAS VINTERBERG | |
Guión: |
THOMAS VINTERBERG, MOGENS RUKOV |
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Fotografía: |
ANTHONY DOD MANTLE |
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Música |
No tiene |
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Interpretes: |
ULRICH THOMSEN, HENNING MORITZEN, THOMAS BO LARSEN, PAPRIKA STEEN, BIRTHE NEUMANN, THERESE GLAHN, TRINE DYRHOLM, HELLE DOLLERIS, LINDA LAURSEN |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 18 AÑOS | |
Duración: | 104 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Personalmente nos dan mucho miedo los modernos movimientos cinematográficos que intentan renovar el lenguaje fílmico. A las pruebas nos remitimos. No hay más que ver en qué han quedado algunas de las películas consideradas como más relevantes de la Nueva ola francesa, el Realismo crítico italiano o la Escuela de Barcelona, por no citar más.
Ahora nos surge el llamado Dogma 95 en el cine danés que con su decálogo trata de limpiar de toda artificiosidad el lenguaje cinematográfico y cae en su propia trampa. No se le puede quitar el dramatismo a la vida como se pretende en una de sus reglas.
Seguiríamos analizándolas, pero creemos que no merece la pena. Con este decálogo de voto de castidad con el que pretenden alcanzar la pureza fílmica lo único que se logra es la castración de los autores y el adocenamiento de los mismos.
Díganos que diferencia fílmica hay entre 'Celebración', el primer film del sistema Dogma y 'Los idiotas', el segundo.
Es ciertamente una lástima que teniendo en 'Celebración' un tema tan interesante como es el análisis de una familia de la burguesía danesa, con los sentimientos a flor de piel, en un escenario claustrofóbico, que se deshace en pocas horas, se eche por la borda de esa manera, con una cámara crispada y mareante, que es una auténtica tortura para el espectador, que por otra parte no deja apreciar el buen trabajo interpretativo de veteranos actores teatrales daneses como Birthe Neumann y Henning Moritzen.
Qué diría ante este descalabro un ilustre director danés como Carl Theodor Dreyer que anclaba la cámara y no la movía en absoluto. La antítesis del Dogma.
De nuevo surge la antigua polémica del fondo y la forma, lástima que en este caso el primero sea anulado por la segunda.