Título: | SOBRAN LAS PALABRAS | |
Tit. Orig.: |
ENOUGH SAID | |
Nacionalidad: | EE.UU., 2013 | |
Dirección: | NICOLE HOLOFCENER | |
Guión: |
NICOLE HOLOFCENER |
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Fotografía: |
XAVIER PÉREZ GROBET |
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Música |
MARCELO ZARVOS |
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Interpretes: |
JULIA LOUIS-DREYFUSS, JAMES GANDOLFINI, CATHERINE KEENER, TONI COLLETTE, BEN FALCONE, TRACEY FAIRAWAY, EVE HEWSON, TAVI GAVISON, AMY LANDECKER |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 7 AÑOS | |
Duración: |
93 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Cada año destaca alguna de las películas de cine independiente americanas que por lo general tienen un hueco a la hora de ser nominadas para los Oscars o los Globos de oro, así como para las asociaciones de críticos e instituciones, otra cosa es que después los ganen o no, pero les ayudan en su promoción.
Una de las que parece que va a acaparar algunos de estos premios es 'Sobran las palabras' (2013) que ya ha pescado una nominación a los Globos de oro para su actriz protagonista Julia Louis-Dreyfus, e igualmente la hubiera merecido el ya fallecido James Gandolfini, que ha recibido a título póstumo el premio al mejor actor y también el de mejor guion de los críticos de Boston.
Eva es una fisioterapeuta de profesión, madre divorciada, tiene una hija, Ellen, que está en la universidad. Un día en una fiesta conoce a Albert, un archivero de televisión, sobrado de kilos, un cincuentón cariñoso y divertido que también está separado y tiene una hija.
Ambos congenian y se citan para un nuevo encuentro tras el cual comienzan un romance físicamente un tanto insólito entre ambos.
Entre sus clientes como masajista está la poetisa Marianne con la que entabla amistad, sin saber que es la ex mujer de Albert.
Los comentarios críticos que ésta hace de su ex marido le hacen dudar a Eva de su nueva relación, pero se calla.
Una amable e ingeniosa comedia romántica sobre las consecuencias que surgen a veces entre las personas divorciadas cuando éstas entablan nuevas amistades y relaciones.
El miedo a la soledad, a fracasar en una segunda historia amorosa, el síndrome del nido vacío, son aspectos que aparecen en esta comedia.
Es el quinto film que dirige la neoyorquina Nicole Holofcener tras haber realizado una docena de producciones y series para la televisión, con cuyos trabajos ha adquirido un gran renombre como igualmente en el cine cuyas cintas anteriores estaban muy en la línea de la presente.
A la hora de hacer el guion se suele inspirar en sus propias experiencias y en anécdotas que les cuentan sus amistades para confeccionar las situaciones por lo que resultan más creíbles los líos en que se ven los personajes al ser sacados de la realidad.
Algo que se agradece es que no esté en la línea de las groseras comedias americanas actuales sino en la onda más clásica de este género, con buenos diálogos divertidos e irónicos.
Uno de los aciertos de esta película ha sido el haber encontrado una pareja tan insólita y a la vez con tanta química entre ellos, porque si bien ya sabíamos de la calidad interpretativa de James Gandolfini, sin embargo ignorábamos lo que podía dar de sí Julia Lois-Dreyfus, actriz que habíamos visto alguna vez en papeles secundarios que nos habían pasado desapercibidos a pesar de haber actuado dos veces a las órdenes de Woody Allen en 'Hannah y sus hermanas' (1986) y en 'Desmontando a Harry' (1997) y que nos encanta desde el primer momento que asoma su rostro por la pantalla por la energía que derrocha al interpretar a su personaje esta vez de protagonista. Siente miedo cuando su hija se marcha fuera a la universidad y sentir la soledad.
En el reparto figura también Catherine Keener, la actriz fetiche de la directora que ha estado en sus cuatro títulos anteriores, dando vida en este caso a la poetisa ex mujer de Albert y Toni Collette que dan altura a un buen reparto.
Por su parte Holofcener pone elegancia a la hora de dirigir esta comedia en la que a pesar de que haya escenas de cama están tratadas con tal dulzura y cuidado que en ningún momento ofende la sensibilidad del espectador, ni se pasa de la discreción.
En Love Story su slogan era "Amar es no tener que decir nunca lo siento". Aquí cuando hay desencuentro, pero en el fondo dos personas se aman, sobran las palabras para no tener que pedir disculpas.