Título: | QUO VADIS | |
Tit. Orig.: |
QUO VADIS | |
Nacionalidad: | EE.UU, 1951 | |
Dirección: | MERVYN LeROY | |
Guión: |
JOHN LEE MAHIN, SONYA LEVIEN, S.N. BEHRMAN. Basados en la novela escrita por HENRYK SIENKIEWICZ |
|
Fotografía: |
ROBERT SURTEES, WILLIAM V. SKALL |
|
Música |
MIKLÓS ROZSÁ |
|
Interpretes: |
ROBERT TAYLOR, DEBORAH KERR, PETER USTINOV, LEO GENN, PATRICIA LAFFAN, FINLAY CURRIE, ABRAHAM SOFAER, BUDDY BAER, MARINA BERTI, FELIX AYLMER, RALPH TRUMAN, PETER MILES, GEOFFREY DUNN, SOPHIA LOREN, BUD SPENCER, ELIZABETH TAYLOR |
|
Censura: | AUTORIZADA PARA TODOS LOS PÚBLICOS | |
Duración: |
160 MINUTOS |
---|
Por PACO CASADO
Esta espectacular producción es la antigua versión de 'Quo Vadis?' (1951), película modélica en su género de entre las que se hicieron en la década de los años cincuenta para luchar contra la aparición del fenómeno de la televisión que amenazaba con hacer desaparecer al séptimo arte, que tras estrenarse en su día se repone de nuevo con carácter de estreno.
Estamos ante una de esas películas ingenuas e infantiles, pero de seguro éxito, que Hollywood se encarga de fabricar con moraleja incluida, que cuenta con la base de una industria fuerte como la norteamericana, con una distribución asegurada y con la garantía de un seguro éxito de cara a la taquilla.
Al regresar triunfante con sus victoriosas legiones a Roma, en el año 63 de la era cristiana de Nerón, tras tres años luchando en el campo de batalla de la guerra por la conquista de las Galias, el comandante romano Marcus Vinicius, saluda al emperador y se reúne con Petronio, su padrino.
Inmediatamente conoce a la hermosa Ligia y se enamora de ella, a pesar de que es cristiana, y consigue que el emperador se la entregue en pago a los servicios prestados por las costas del Mediterráneo y a partir de ese momento se debatirá entre la lealtad al emperador, enemigo de los cristianos y el amor hacia esa bella mujer y cuestionando el liderazgo de Nerón cuando conoce la fe cristiana.
Vista ahora en su reposición en 70 mm. 'Quo vadis?' (1951) se conserva como un producto modélico como característico de un estilo peculiar, de una forma de concebir el cine como espectáculo y autorizado para toda clase de público.
Ha perdido con el paso de los años grandiosidad, ya que las superproducciones actuales le ganan en ese sentido, siendo superado en cuanto a los decorados, colorido y escenas de masas.
La siempre potente industria de Hollywood, encontró en el argumento plasmado en la novela de Henryck Sienkiewiczt, que le valió el Premio Nobel de literatura, un material excelente para ello, aunque a la hora de llevarlo a la pantalla lo adultera y desvirtúa un poco con respecto al original literario, estereotipando a los personajes, con unos romanos depravados, cristianos más buenos que el pan, un Nerón afeminado, en una antológica creación de Peter Ustinov, con escenas espectaculares de masas, tanto en el sacrificio de los cristianos en los espectáculos en el circo como en el epopéyico y espectacular incendio de Roma ordenado por el fatídico emperador que sin embargo culpa de ello a los perseguidos cristianos, que constituyen algunas de las secuencias más destacadas y espectaculares de esta gran superproducción.
Hubo otras versiones anteriores en 1902, 1912 y 1924 y Cecil B. De Mille la adaptó libremente con el nombre de El signo de la cruz (1932) para no pagar derechos de autor.
A pesar de haber transcurrido tantos años desde su realización, el film sigue conservando algunos de sus valores espectaculares, aunque otros han sido superados por el paso del tiempo y los mayores logros conseguidos por la técnica cinematográfica en esa clase de cintas hechas de cara simplemente a la diversión y al entretenimiento y sin grandes miras de lograr una verdadera obra de arte.
En este sentido Mervyn LeRoy se comporta en la dirección lo suficientemente bien como para lograr este propósito, rodeado de un buen equipo técnico y de actores, con Robert Taylor y Deborah Kerr a la cabeza del reparto, que en esos momentos estaban en el candelero, estando bien ajustados los demás a los respectivos papeles que les han caído en suerte.
Espectacular la fotografía de Robert Surtees y la inspirada partitura musical del maestro Miklos Rosza.
Fue nominada a ocho Oscar: película, Peter Ustinov, Leo Genn, la música, la fotografía, el montaje y el vestuario (se usaron 32.000 vestidos) aunque no consiguió ninguno de ellos.
Sí logró los Globos de oro para Peter Ustinov y la fotografía, el premio de los críticos a la música y el Premio NBR.