Título: | BYZANTIUM | |
Tit. Orig.: |
NOÉ | |
Nacionalidad: | EE.UU., 2014 | |
Dirección: | DARREN ARONOFSKY | |
Guión: |
ARI HANDEL, DARREN ARONOFSKY |
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Fotografía: |
MATTHEW LIBATIQUE |
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Música |
CLINT MANSELL |
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Interpretes: |
RUSSELL CROWE, JENNIFER CONNELLY, RAY WINSTONE, EMMA WATSON, ANTHONY HOPKINS, LOGAN LERMAN, DOUGLAS BOOTH, KEVIN DURAND, MADISON DAVENPORT |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 12 AÑOS | |
Duración: |
138 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Los géneros cinematográficos son cíclicos, se ponen de moda según los gustos de los públicos o el éxito de un determinado título tras el cual todos van a copiarlo.
El género bíblico tuvo grandes superproducciones en torno a los años sesenta, pero ya con anterioridad personajes como Noé tuvieron su protagonismo.
Casi en los comienzos del cine sonoro Michael Curtiz hizo 'El arca de Noé' (1929) y posteriormente apareció de forma episódica en otras producciones no referidas a él exactamente como 'La Biblia' (1966) de John Huston y más recientemente en la miniserie televisiva 'El Arca de Noé'(1999) e incluso en dibujos animados en 2007 dirigida por Juan Pablo Buscarini.
Ante la escasez de ideas los guionistas han vuelto al género.
Este relato bíblico es una historia épica de coraje, sacrificio y esperanza sobre un hombre sencillo, lleno de contradicciones, elegido por Dios para construir un Arca y salvar a la Humanidad de la inundación de la Tierra, en compañía de su cariñosa comprensiva y entregada esposa, Naamé madre devota y virtuosa y sus hijos.
No obstante el guion no es una adaptación fiel de la historia bíblica del Arca de Noé y el Diluvio Universal con el que Dios castigó a un mundo asolado por los pecados de los hombres.
Para su sexto largometraje y su empresa más colosal Aronofsky construye este universo de forma algo confusa por la mezcla de géneros, con unos personajes que han perdido el sentido de la realidad frente a un destino incomprensible de las acciones humanas.
En sus comienzos fue un director original, extraño, aunque últimamente se había hecho más asequible con títulos como 'El luchador' (2008) y 'Cisne negro' (2010) y ahora casi diríamos ha vuelto de alguna forma a sus inicios con una dirección algo fría que sube en dramatismo y suspense en los metros finales.
Parece más interesado en el drama familiar y el espectáculo destinado al entretenimiento, en el que se han invertido 125 millones de dólares, a lo que contribuyen los innovadores efectos especiales, que en las posibles preguntas que nos hagamos ante los terribles acontecimientos que se nos presentan, de cara a lo que conocemos de la Biblia sin que por ello se niegue algún breve momento de reflexión en torno a las creencias de Noé en referencia a la fe y la esperanza en Dios en su camino de destrucción incluidos animales y seres inocentes.
Si en algunos de sus anteriores títulos este director originó la polémica, en este caso también a buen seguro dividirá a la audiencia al no estar algunos de acuerdo con los hechos presentados que no se ajustan a la historia conocida, en los que ha puesto gran imaginación, ya que a Noé lo presenta como un guerrero en lugar del pacífico bíblico.
Se ha hecho con miras a captar el mercado cristiano de 46 millones de americanos que tienen creencias religiosas que mueven muchos millones de dólares al año.
Es la menos bíblica de las realizadas hasta ahora ya que tiene un guion muy difícil de construir puesto que el texto del Génesis a él referido es escaso, apenas sobrepasa las dos mil palabras, por lo que Aronofsky y su guionista Ari Handel han tenido que poner mucho de si mismos.
En ese sentido hay bastante convencionalismo ya que no se respeta la época en que se desarrollan los hechos en cuanto a vestuarios, costumbres u objetos a utilizar en las tareas encomendadas.
La música dentro de su belleza nos suena a conocida.
El trabajo de Rusell Crowe va de menos a más conforme va adquiriendo madurez y una mayor humanidad. En cuanto a Jennifer Connelly incorpora a la mujer de Noé, que no se menciona en el texto sagrado, que aquí trata de mantener unida a la familia.
En cuanto a la dirección se nota la personalidad de Aronofsky que da a la historia un tono dramático pesimista con es habitual en su filmografía, a lo que contribuye una fotografía muchas veces de tonos grises y cielos nublados como previniendo la tormenta.