Título: | MOSCATI, EL MÉDICO DE LOS POBRES | |
Tit. Orig.: |
GIUSEPPE MOSCATI: L'AMORE CHE GUARISCE | |
Nacionalidad: | ITALIA, 2007 | |
Dirección: | GIACOMO CAMPIOTTI | |
Guión: |
GIACOMO CAMPIOTTI, FABIO CAMPUS, CARLOTTA ERCOLINO, GLORIA MALATESTA. CLAUDIA SBARAGIA |
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Fotografía: |
GINO SGREVA |
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Música |
GOFFREDO GIBELLINI |
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Interpretes: |
BEPPE FIORELLO, KASIA SMUTNIAK, ETTORE BASSI, CARMINE BORRINO, PAOLA CASELLA, GIUSEPPE ZENO, MARCO GAMBINO, EMANUELA GRIMALDA |
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Censura: | AUTORIZADA PARA TODOS LOS PÚBLICOS | |
Duración: |
125 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
La acción de esta larga película, que es la versión reducida para el cine de una miniserie de la RAI de unas cuatro horas, se sitúa en el Nápoles de comienzos del siglo XX.
Está levemente inspirada en la vida de Giuseppe Moscati (1880-1927) el séptimo hijo de nueve de una familia aristocrática, cuando éste logra una plaza de médico en el Hospital de los incurables.
Es la historia de un hombre con una gran vocación por su profesión y sobre todo por hacer el bien a los demás, especialmente a aquellos desposeídos de la fortuna, maltratados por la vida, las enfermedades y la pobreza hasta no tener nada que comer.
No tuvo inconveniente no sólo en visitarlos gratuitamente sino también en recetarles los medicamentos, darles el dinero para comprarlos y además comida, como el mejor remedio para sus males de hambruna, hasta dejarse su fortuna en el empeño.
No encontró reparos en sacrificar su amor por la joven y guapa aristócrata, la princesa Elena Cajafa, ni de ceder su puesto de trabajo y el amor de su vida a su mejor amigo Giorgio Piromallo al que nunca le negó su amistad a pesar de que lo humilló y habló mal de él, o de luchar con su ateo profesor que terminó pidiéndole que rezara por él en los momentos de su agonía, o el cariño que depositó en Cloe, una bailarina de dudosa moral, abandonada por su amigo tras dejarla embarazada y a punto de morir.
Fue también, además de médico, Profesor de la Escuela de Medicina y todo un pionero en el campo de la Bioquímica, ayudando al descubrimiento de la insulina para la cura de la diabetes.
Gestos como éstos, sus buenos sentimientos, su estupenda labor social y su constante dedicación a los pobres, para los que era su único pilar de apoyo, supervivencia y esperanza, le valió el ser una de las personas más queridas del Nápoles de 1900.
Las biografías no son fáciles de adaptar al cine, pero en este caso se ha hecho un guion que perfila perfectamente la figura de este hombre, conocido como el Santo de Nápoles, ya que fue elevado a los altares por el Papa Juan Pablo II el 25 de octubre de 1987 y sus restos reposan en la Iglesia del Jesús de Nápoles, como figura en los créditos finales de esta cinta.
Un trabajo correcto de dirección de Giacomo Campiotti, que tras su larga experiencia televisiva, y haber sido nominado en dos ocasiones por películas anteriores al David de Donatello, expone este drama con poderosas imágenes, con un ritmo ágil, como también lo hizo en la película Prefiero el paraíso sobre San Felipe Neri.
Muy bien los principales actores, Beppe Fiorello encarnando a Moscati y Ettore Bassi como Piromallo, e igualmente las actrices Kasia Smutniak como Elena y Paola Casella como Cloe.
Posee una lograda fotografía que resalta la belleza de algunos decorados como igualmente destaca la pobreza de los barrios bajos de la ciudad napolitana de aquella época.