UNA VIDA SENCILLA

Título:	UNA VIDA SENCILLA
Tit. Orig.:	TAO JIE
Nacionalidad:	CHINA, HONG KONG, 2011
Dirección:	ANN HUI
Guión:	SUSAN CHAN, YAN-LAM LEE
Fotografía:	YU LIK WAI
Música	LAW WING FAI
Interpretes:	ANDY LAU, DEANNIE YIP, ANTHONY WONG, QIN HAILU, FULI WANG, PAUL CHIANG, TIN LEUNG, WENDY YU, EMAN LAM, ELENA KONG
Censura:	NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 7 AÑOS
Duración:	118 MINUTOS

Por PACO CASADO

No es frecuente ver en la pantalla reflejada la tercera edad, tal vez porque los espectadores que suelen acudir a las salas son jóvenes y no piensan en esos problemas, por lo cual no resultan comerciales esas producciones.
Reflejar la vejez en el cine es algo difícil cuando debería ser lo contrario, por el miedo a lo desconocido, a la muerte.
Nos agarramos a este mundo y no queremos dejar que una enfermedad nos lo arrebate.
Ann Hui es una prolífica directora hongkonesa que hace una pequeña pero hermosa, humana, tierna y multipremiada cinta, basada en hechos reales, con sinceridad y honestidad, conmovedora en todo momento, en la que se respiran los días finales de una mujer que ha cumplido su tiempo.
Ah Tao, todo bondad, ha trabajado de criada durante más de sesenta años para una respetable familia. Al sufrir un derrame cerebral prefiere retirarse a una residencia de ancianos para no dar problemas a los que durante tantos años sirvió, a lo que corresponde con benevolencia Roger, el único miembro de la misma que sigue a su lado, que tiene como profesión productor de cine.
El guion nos ofrece un emotivo discurso sobre el final en la etapa última, ya que todo el amor que la sirvienta puso en la familia para la que trabajaba, le será devuelto a ella en los postreros días de su vida.
Es la exaltación del amor incondicional entre dos personas que no están unidas por lazos de sangre, pero sí por la cercanía y el cariño tras muchos años juntas.
El título de este film no engaña a nadie, no hay sorpresas, ni giros inesperados, únicamente se trata de un relato lleno de sencillez, narrado con un gran amor por los personajes, a los que los actores responden con la misma generosidad al interpretar sus respectivos papeles.
Roger Lee es productor de cine y se hace cargo de su criada Ah Tao de toda la vida, ella que le cuidó siempre y le vio crecer desde que era un niño, haciéndole ver que no está sola, que no la va a abandonar, que no la olvida, en contra de la deshumanización que muchas veces se emplea con estas personas y el egoísmo existente que hay en la vida moderna.
La cinta está realizada con una gran delicadeza, sin caer nunca en el melodrama, con suma destreza y se nota en sus imágenes el amor que se ha puesto en contar esta sencilla historia real, en la que se demuestra la consideración y el respeto que debemos tener hacia esos seres mayores que dependen del tratamiento que les podamos dar para hacerlos felices en esos últimos años de su existencia, devolviéndoles un poco del mucho cariño y afecto que ellos antes nos dieron.
Ann Hui, que es un referente en el cine asiático de autor, con casi treinta títulos en su haber, prácticamente desconocida en España, pone todo su empeño y su saber en esta producción dirigiendo con tacto, sinceridad y elegancia no sólo a los actores consagrados que encabezan su cartel, sino también a los no profesionales, haciéndola merecedora de cuantos premios ha recibido este drama con el sabor y la emoción de lo cotidiano, en el que se nos da una lección vital.
Deannie Ip fue muy premiada por su trabajo, entre otros con la Copa Volpi en la Mostra de cine de Venecia donde consiguió cuatro premios más y el actor Andy Lau fue galardonado en Hong Kong. La cinta ganó el premio del público en el Festival de cines del sur de Granada. Fue candidata al Oscar a la mejor película de habla no inglesa. Mejor film, director, guion y actriz en los premios cinematográficos de Hong Kong. Premio del jurado y del público en París.