Título: | MENTIRAS Y GORDAS | |
Tit. Orig.: |
MENTIRAS Y GORDAS | |
Nacionalidad: | ESPAÑA, 2009 | |
Dirección: | ALFONSO ALBACETE, DAVID MENKES | |
Guión: | ALFONSO ALBACETE, DAVID MENKES, ÁNGELES GONZÁLEZ SINDE | |
Fotografía: | ALFREDO F. MAYO | |
Música | JUAN SUEIRO, JUAN CARLOS MOLINA, FANGORIA | |
Interpretes: | MARIO CASAS, ANA DE ARMAS, YON GONZÁLEZ, ANA MARÍA POLVOROSA, MARIETA OROZCO, HUGO SILVA, DUNA JOVÉ, ESMERALDA MOYA, MIRIAM GIOVANELLI, ALEJO SAURAS, AIDA FOLCH, MAXI IGLESIAS | |
Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 18 AÑOS | |
Duración: | 107 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
La curiosa pareja de directores Alfonso Albacete y David Menkes comenzaron haciendo comedias sobre la movida hasta que hicieron la que hasta ahora es su mejor película, 'Sobreviviré' (1999).
Ahora de nuevo vuelven a tocar el tema esta vez con más dureza sobre la generación actual que practica el sexo con profusión, que siempre está de fiesta, que ahoga sus penas en alcohol y drogas y que por ello tiene un futuro bastante incierto, ya que esto no le llevará a ninguna parte más que a morir pronto o a adquirir alguna enfermedad que tarde o temprano le lleve a la tumba o le deje incapacitado para vivir.
Si lo que han pretendido es hacer un film que enseñe a la juventud las consecuencias de esta clase de vida, no consigue más que el efecto contrario, ya que muchos se verán reflejados en la pantalla.
Está claro que la cinta está pensada para la juventud al elegir caras jóvenes conocidas a través de la pequeña pantalla y a esa edad los que acudan a verla no reflexionan de forma positiva.
El confuso e inconexo guion agrupa a una serie de personajes de los que no se da ni siquiera una pincelada para conocerlos, que se van cruzando caprichosamente, sin una referencia de tiempo o lugar y en los que se suele dar toda clase de combinaciones sexuales, desde las hetero hasta las homosexuales o bisexuales, de las que se abusa, que consumen toda clase de drogas, que también abusan, desde cocaína, porro, éxtasis en interminables dosis por lo que previsiblemente alguno acaba con sobredosis.
A pesar de ello no creemos que el posible mensaje antidroga que se haya querido dar sea eficaz.
No es de extrañar que todo esto ocurra en la vida real, que no lo dudamos, pero por ello no podemos más que pensar ¡qué pena de juventud!, aunque no toda sea igual.