Título: | LUCY | |
Tit. Orig.: |
LUCY | |
Nacionalidad: | FRANCIA, 2014 | |
Dirección: | LUC BESSON | |
Guión: |
LUC BESSON |
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Fotografía: |
THIERRY ARBOGAST |
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Música |
ERIC SERRA |
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Interpretes: |
SCARLETT JOHANSSON, MORGAN FREEMAN, MIN SIK-CHOI, AMR WAKED, JULIAN RHIND-TUTT, PILOU ASBAEK, ANALEIGH TIPTON, LUCA ANGELETTI, NICOLAS PHONGPHETH |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 16 AÑOS | |
Duración: |
88 MINUTOS |
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Por JOSÉ MONTESINOS
No cabe duda de que el nombre de Luc Besson ha traspasado y con eficacia las fronteras de Francia, para a través de los años imprimir su sello característico a sus producciones, ya sean dirigidas por él mismo o por otros.
Desde su debut con “Kamikaze 1999” (1983) ya dejaba ver sus inquietudes y su forma de hacer cine, que luego confirmaría con películas como “Subway” (1985), “El gran azul” (1988) o “Nikita” (1990), hasta que decide dar el salto a Estados Unidos con “El profesional (Leon)” (1994) tras la que vendría su gran éxito “El quinto elemento” (1997) y así podríamos seguir enumerando sus múltiples largometrajes.
Su nueva apuesta cinematográfica se llama “Lucy” y la desarrolla a través de una chica estudiante que se encuentra en la ciudad de Taipei que es convencida por un hombre, del que no hay que fiarse, para que entregue un maletín.
Al principio se resiste pero cuando se ve obligada a hacerlo se verá envuelta en una red de tráfico de drogas.
Un peligroso mafioso de la ciudad la utiliza, lo mismo que a otros, para que transporten dentro de su cuerpo una nueva droga, pero ella tiene la mala suerte de que se le rompe la bolsa y la sustancia hace que ya no vuelva a ser la misma, comenzando a desarrollar su cerebro a una velocidad vertiginosa y empezando a tener poderes que utilizará para desmantelar la organización.
Besson es todo un experto en cine de acción ya que con anterioridad lo ha demostrado y con este nuevo film no se queda atrás.
El problema que encontramos en él es que el guion es tan estúpido e increíble que no hay forma de entender cómo se pude poner toda la maquinaria al servicio de una historia tan nimia, tan surrealista, que no pertenece a ningún género, y en la que el espectador no termina de salir contento de la sala.
Esta vez el director francés no ha hilado muy fino, se ha dejado llevar por una historia absurda, con numerosos cabos sueltos y con unas dosis de incredulidad mareantes.
En el plano directivo sabe cómo manejar la cámara, imprimiendo un ritmo alocado en muchos momentos, pero no le sirve para que la cinta tenga credibilidad suficiente y termine aburriendo ante tanta idiotez.
La fotografía de Arbogast es limpia, con buenos tonos, al igual que la música de Serra que vuelve a subrayar los momentos más álgidos de la misma.
En el apartado interpretativo Scarlett Johansson es la protagonista absoluta sobre la que recae todo el peso del guion, seguida en un segundo plano por el veterano Morgan Freeman y el resto de un reparto que se comporta adecuadamente ante las indicaciones de un director que desde nuestro punto de vista, en esta ocasión ha perdido la cabeza, con una película ridícula que no dice absolutamente nada.