Título: |
HAPPY FEET, ROMPIENDO EL HIELO |
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Tit. Orig.: |
HAPPY FEET | |
Nacionalidad: | AUSTRALIA, 2006 | |
Dirección: | GEORGE MILLER | |
Guión: |
WARREN COLEMAN, JOHN COLEE, GEORGE MILLER, JUDY MORRIS |
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Fotografía: |
En Color |
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Música |
JOHN POWELL |
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Interpretes: |
Animación |
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Censura: | AUTORIZADA PARA TODOS LOS PÚBLICOS | |
Duración: |
103 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
La animación está tomando un auge tal que no hay semana en que no se estrene alguna película de ese género. Son varias las que van a tener la competencia en estas Navidades y una de ellas es Happy Feet: Rompiendo el hielo, toda una campeona de recaudación en su estreno americano, llevada a cabo por George Miller, el director australiano de 'Mad Max, salvajes de autopista' y de 'Babe, El cerdito en la ciudad'.
El argumento no es muy original ya que lo que hace es emular a El patito feo.
Cuenta la historia de Mumble, un pingüino que no sabe cantar, algo imprescindible para encontrar pareja, pero a cambio es un genio del baile del claqué.
Esa diferencia del resto de su comunidad no es bien vista y es desterrado por el jefe de la tribu.
En su viaje se encuentra con unos amigos caribeños, que son de lo mejor de la función con sus divertidas ocurrencias, y de paso aprenderá que no todo en la vida es cantar o bailar, cuando tiene que enfrentarse a los peligros que suponen las orcas o las focas, que hay algo que es la amistad, o el derecho a ser diferente de los demás y acabará mostrándose rebelde contra la autoridad y haciendo que los demás admitan sus reivindicaciones.
En este sentido el film tiene varios mensajes, entre ellos el ecologista del final que pide que se respete el medio ambiente, que no se agoten los contenidos de los mares y se queden sin alimentos los pingüinos.
No faltan las escenas de humor y abundan las secuencias musicales que van de las canciones clásicas del siglo XX a los más modernos ritmos latinos, los raperos o incluso el hip-hop.
El guion resulta un poco superficial ya que no desarrolla los conflictos sociales y morales que plantea y la realización a veces es reiterativa en las situaciones rompiendo la monotonía las canciones, muy bien seleccionadas y esta vez no han sido dobladas al español por lo que se respetan las versiones originales, o los momentos cómicos.
Los animadores sacan buen partido a las expresiones de unos animales tan poco expresivos y tontorrones como son los pingüinos.
En definitiva un divertido espectáculo para chicos y mayores. Ganó el Oscar y el Bafta a la mejor película de animación. El Globo de oro a la mejor canción 'The song of the heart'. Y una docena más de premios de diversas entidades y asociaciones de críticos.