Título: |
BIG EYES |
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Tit. Orig.: |
BIG EYES | |
Nacionalidad: | EE.UU., 2014 | |
Dirección: | TIM BURTON | |
Guión: |
SCOTT ALEXANDER, LARRY KARASZEWSKI |
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Fotografía: |
BRUNO DELBONNEL |
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Música |
DANNY ELFMAN |
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Interpretes: |
AMY ADAMS, CHRISTOPH WALTZ, DANNY HUSTON, KRYSTEN RITTER, JASON SCHWARTZMAN, TERENCE STAMP, JON POLITO, VANESSA ROSS |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 7 AÑOS | |
Duración: |
106 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Las vidas reales siguen inspirando al cine y en muchos casos con serias aspiraciones a los Oscar. 'Big eyes' es la historia real de Walter Keane, un pintor norteamericano que alcanzó el triunfo a la mitad del siglo XX, en torno a los años 50 y 60, cuyos cuadros cobraron una gran fama y el éxito con unas enigmáticas pinturas de niños abandonados y productos de la guerra, de ojos grandes, que cobraron una asombrosa notoriedad.
Su fraudulenta mentira adquirió proporciones gigantescas con la que consiguió muchos miles de dólares, que le catapultó a la fama mundial aunque con el tiempo se supo que la autora en realidad era su esposa Margaret Keane, reconciéndosele el mérito que la crítica atribuía a su marido, aunque algún crítico denostó el valor de su pintura con el consiguiente enfado del defraudador.
Esta película, que sigue el crecimiento como artista de Margaret y finalmente la batalla legal contra su marido, supone la vuelta del director Tim Burton al biopic tras haber hecho la del también director 'Ed Wood', con los mismos guionistas, Scott Alexander y Larry Karaszewski, especialistas en este género.
En esta ocasión se aleja de sus habituales fantasías tétricas, de las grandes producciones de enormes presupuestos y efectos especiales, para hacer un film pequeño, humilde, que se ciñe a un hecho real, el del defraudador Walter Keane que era un buen vendedor, que no tenía ni idea de lo que era pintar, aunque quería hacerse un nombre como artista.
Para ello manipuló a su obediente esposa a la que prometió obtener mucho dinero por sus cuadros pero a la que convenció para que le dejara firmar sus obras como autor de las mismas llevándose la fama mientras ella trabajaba clandestinamente en la soledad en su casa ocultado que era la autora y sin que nadie le viera pintar, muy en la mentalidad de la esposa de la época, al ser una mujer tímida y modesta, fácilmente manipulable.
Cuando quiso rebelarse incluso le amenazó de muerte, lo que colmó el vaso.
Para hacer el guion los autores investigaron en los periódicos este caso que completaron con las declaraciones personales de la propia Margaret que en la actualidad tiene 86 años, mientras que Walter murió en el 2000.
La cinta, que explora qué es el arte y el lado oscuro del mismo, trata del aspecto marginal de esos pintores que desarrollan en la sombra su afición con el sueño de alcanzar algún día la fama y que su mérito sea reconocido, aunque otros nunca la consiguen.
Por otra parte desarrolla lo que es el marketing que es capaz de vender una pintura sin que tenga ningún valor y la fuerza de los medios de difusión, como el periódico, la radio o la televisión, que contribuyen poderosamente a ello.
Está también el poder de la crítica capaz de encumbrar o hundir a un artista con sus comentarios o de descubrir el fraude como en este caso se expone aquí.
La película goza de un curioso triángulo compuesto por la dirección de Tim Burton, que parece haber vuelto a lo interesante que eran sus comienzos, y los otros dos lados compuestos por la estupenda interpretación que hacen Amy Adams, como la humilde esposa sometida a su marido, incapaz de contradecirle, y de Christoph Waltz, el típico vendedor, dicharachero y simpático, que saca dinero hasta de los carteles que anunciaban sus exposiciones, que se pasa un pelín en el juicio.
Ha sido nominada a tres Globos de oro: a la mejor actriz (Amy Adams), al mejor actor Christoph Waltz y al mejor canción de Lana del Rey.