Título: |
INTELIGENCIA ARTIFICIAL |
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Tit. Orig.: |
A.I. | |
Nacionalidad: | EE.UU., 2001 | |
Dirección: | STEVEN SPIELBERG | |
Guión: |
STEVEN SPIELBERG. Basado en un relato corto de BRIAN ALDISS |
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Fotografía: |
JANUSZ KAMINSKI |
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Música |
JOHN WILLIAMS |
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Interpretes: |
HALEY JOEL OSMENT, JUDE LAW, FRANCES O'CONNOR, SAM ROBARDS, BRENDAN GLEESON, WILLIAM HURT, KEVIN SUSSMAN, APRIL GRACE |
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Censura: | AUTORIZADA PARA TODOS LOS PÚBLICOS | |
Duración: |
144 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Stanley Kubrick propuso a Steven Spielberg dirigir 'Inteligencia Artificial' producida por él. Pero el director de 'E.T. El extraterrestre' sabía del perfeccionismo de Kubrick y le dio largas, hasta que una vez muerto accedió a hacerse cargo del proyecto.
Volvió a escribir personalmente la historia que siempre le gustó, tal vez por las semejanzas con 'E.T.' y 'Encuentros en la tercera fase'.
David, un niño robot, con capacidad para amar, es adoptado por un matrimonio para sustituir al hijo natural que está enfermo criogenizado hasta encontrar remedio a su mal.
Cuando éste regresa la madre adoptiva, que le ha tomado cariño, no quiere destruirlo y lo abandona en un bosque (como ocurre con Blancanieves) a su suerte.
El resto es el viaje en busca de su propia identidad, del hada azul del cuento de Pinocho para que le convierta en un niño de verdad.
El film tiene una espléndida primera parte llena de sentimiento y humanidad en esta relación materno-filial con el robot niño, que es puro cine hecho con una gran calidad y sensibilidad.
En la segunda mitad aparecen las influencias de Kubrick en la violencia al estilo de La naranja mecánica en la Feria de la carne, una especie de espectáculo de circo romano donde se destruyen los robots en mal estado, que se convierte en un cuento de terror, con David de la mano del robot del amor, Gigoló Joe.
En la tercera parte se convierte en toda una metáfora de desesperanza en un Manhattan inundado con influencias de 'Encuentros en la tercera fase'.
Cinta interesante, aunque con un guion desigual al que le falta unidad.
Técnicamente es perfecta, con una estupenda interpretación de Haley Joel Osment y Frances O'Connor en el papel de la madre.
Y la habitual maestría en la partitura de John Williams que una vez más fue nominada al Oscar y también los efectos visuales. Premiada en el Festival de Venecia. Consiguió un total de quince premios internacionales.