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CRITICA
Por: PACO CASADO
'Slow West' es una película sobre la inmigración, la destrucción y el amor, que cuenta la historia de Jay Cavendish, un ingenuo joven aristócrata escocés de 16 años que llega en 1870 a Colorado, en el viejo Oeste americano del siglo XIX, en busca de Rose Ross, la mujer que ama, una chica de origen humilde, que ha huido de su país en compañía de su padre por un problema con la ley, que se nos ofrece en un breve flash backs, y por cuya captura se ofrece una alta recompensa.
Por el camino se cruza con Silas Selleck, un lacónico exforajido cazarrecompensas que se ofrece, previo pago, haciendo de guardaespaldas, a acompañarlo en su aventura, quien le abrirá los ojos, dada su juventud, ante los peligros que le esperan en una tierra que desconoce y pronto descubrirán que no están solos, que alguien más tiene el mismo camino persiguiento idéntico objetivo.
Un western crepuscular que supone el debut en el largometraje del director escocés, John McLean proveniente del cortometraje y músico de profesión, que suele componer bandas sonoras, que se atreve con un género tan genuinamente americano por antonomasia que nos presenta un Oeste muy distinto, con cierta originalidad, en el que no se escatima el salvajismo de las escenas de fuerte violencia, a lo Sam Peckinpah, con la impresionante y sangrienta refriega del climax final, con aires de tragedia.
Tiene un guion eficaz y sincero, con una historia muy simple, contada con una narrativa lineal, muy visual, que va en tono ascendente en la acción, con diálogos frescos, que posee giros inesperados que sorprenden al espectador.
Desoladora en ese sentido es la escena de la salida de la tienda tras el tiroteo que cae como un jarro de agua fría.
Está realizado con un ritmo pausado, cuyo interés se lo imprime el devenir de los propios protagonistas.
Filmado en Nueva Zelanda simulando el viejo Oeste y sin embargo le saca bastante partido al bello paisaje como fondo a través de una estupenda fotografía de Robbie Ryan, sin detenerse en exceso en la fatalidad al mostrar la más cruda realidad y la desventura de un amor imposible.
Presenta un contraste en la notable diferencia de los dos protagonistas, la candidez del enamoradizo joven Jay y le veteranía del bandido Silas que viene de vuelta, que va en busca de su beneficio, que utiliza al muchacho en secreto para su provecho, aunque el roce le hace mella y la amistad le hará cambiar de forma de pensar, pero tal vez ya sea demasiado tarde.
En ese aspecto el mejor papel le cae en este caso a un Michael Fassbender que se nos antoja diferente a como lo hemos visto en otros trabajos muy distintos, pero al que aporta indudablemente su calidad interpretativa.
La banda sonora utiliza primordialmente una especie de vals a guitarra interpretado por Jed Kurzel, que se repite con frecuencia, que le viene muy bien a la acción.
Afortunadamente el western aun no ha muerto, pero a pesar de los premios desgraciadamente no le ha acompañado el éxito en la taquilla americana.
Gran Premio del Jurado en el Festival de Sundance. Premio del público en el Festival Poznan.
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