|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Para la críticos de hoy día cualquier película que lleve el sellos o la etiqueta de cine independiente les parece una maravilla. Una prueba de ello puede ser esta 'Margot y la boda', que es como una continuación, en cuanto a su temática, nada tiene que ver la historia, del anterior film de Noah Baumbach, 'Una historia de Brooklyn'.
Es el relato, si así se puede llamar, de Margot, una escritora en crisis matrimonial que con su hijo adolescente Claude, se marcha de repente a casa de su hermana pequeña Paulina, quien está a punto de contraer matrimonio con Malcolm, un torpe y desocupado artista que no da un palo al agua.
El guion se centra en las relaciones de los personajes en los días precedentes a la boda, mientras surgen los recuerdos, rencillas y problemas del pasado o los nuevos conflictos que se generan con su llegada, como base de esta agridulce historia con diversos universos femeninos en un entorno asfixiante y ambiguo, con unos personajes inmaduros, desubicados, con desórdenes afectivos que no saben muy bien a donde caminan, empeñados en destapar las miserias de unos y de otros.
Margot está separada y a punto de divorciarse de su marido mientras mantiene relaciones con un amante y ha aprovechado el viaje para promocionar su último libro.
Es una radiografía emocional de una familia desestructurada con una serie de personajes neuróticos y fracasados, llevada a cabo con tanto realismo que a veces se olvida de iluminar la escena y no se ve nada, en una fotografía oscura que mal contribuye al entendimiento de esta farragosa cinta, con un guion deficiente en el que se quieren introducir muchas cosas y no se saca nada en conclusión.
Todo ello metido en una especie de paréntesis que se abre con un viaje en tren y se cierra con otro en autobús sin que se haya aclarado nada en medio, ya que al final no hay ni boda.
El cineasta neoyorquino hace una puesta en escena con una estética narrativa convencional y plomiza, llena de tics, con un interesante reparto que por mucho que se esfuerzan no acaban de salvar el naufragio, de una película pretenciosa y vacía que aburre al espectador, todo un pecado mortal cinematográfico según Buñuel.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
TRÁILER
BSO
CLIPS
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE