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CRITICA
Por: PACO CASADO
Hay que alabar que la televisión pública española esté realizando series históricas tan dignas, que además sirven para culturizar a los públicos en lugar de las facilonas telenovelas o programar culebrones televisivos interminables.
'La corona partida' es una apuesta por enlazar dos series de TVE, 'Isabel' (2012 / 2014) y 'Carlos, rey emperador' (2015), que ambas fueron muy bien acogidas por millones de telespectadores, que cuenta lo que sucede en ese período histórico intermedio entre ambas, en este caso para la gran pantalla, que no figuraba en ninguna de las dos, que es la historia de Juana I de Castilla, apodada la loca, con devoción por su marido, lealtad hacia su padre y a la memoria de su madre.
Historia que ya ha sido llevada a la pantalla por el cine español al menos en dos ocasiones, en la versión titulada 'Locura de amor' (1948), de Juan de Orduña y en 'Juana la loca' (2001), de Vicente Aranda, muy distintas entre sí, y en tono cómico 'Juana la loca... de vez en cuando' (1983), de José Ramón Larraz.
Tras la muerte de la reina Isabel, el 26 de noviembre de 1504, llegan unos tiempos difíciles de incertidumbre en los que su esposo Fernando el Católico y Felipe el Hermoso, marido de Juana, se enfrentan en luchas por el poder mientras Juana, la legítima heredera al trono, es víctima de esta situación, de esas maniobras en la que a todos les interesa demostrar su locura e incapacidad para gobernar, convirtiéndola así en víctima de sus manejos.
Juana la loca es la protagonista de esta disputa, el centro de las intrigas de su padre y de su esposo por el poder, un conflicto del que surgirá su famoso apodo, que fue también su condena.
El Cardenal Cisneros se encarga de contar a un adolescente Carlos, hijo de Juana, todo lo que ocurrió en esa lucha por la corona entre su padre y su abuelo, el que sería con el devenir del tiempo Carlos I.
Una producción de TVE que llega a la gran pantalla como secuela cinematográfica de la serie histórica Isabel, realizada por el mismo director, Jordi Frades, que se pone al frente de este largometraje, debutando así en el mundo del cine, ya que hasta ahora tan sólo había hecho series de televisión.
Posee un correcto guion de José Luis Martín, un experto en estas lides, que está muy bien documentado, dotándolo en este sentido de un gran rigor en el plano histórico.
No es, por tanto, ningún capítulo alargado de Isabel y como película funciona muy bien, con una buena fotografía y bellos encuadres, con una espectacular banda sonora de Federico Jusid, y cuidada a nivel histórico.
Film muy correcto y lujoso, que explica bien ese período histórico, perfectamente ambientado en vestuario y escenarios naturales en los que sucedieron los hechos que lucen muy bien en la ancha pantalla y con un reparto notable, destacando una Irene Escolar que hace una Juana desbordante que, según se muestra aquí, estaba menos loca de lo que la historia no ha hecho creer hasta ahora.
Junto a ella un estupendo reparto de nuestro cine con un acertado Rodolfo Sancho, un estupendo Eusebio Poncela y extraordinaria la breve actuación de José Coronado, junto a los demás actores que ya estuvieron en las serie dando continuidad a sus respectivos personajes.
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