Se trata de una pantomima llena de humanidad y momentos cómicos espléndidos, una historia que bordea el melodrama en esta peripecia de la chica ciega y su benefactor con la canción de La violetera., de Padilla, al fondo. Chaplin, una vez más se inclina por los débiles, los olvidados de la tortura y crítica a los poderos socialmente triunfantes, con un final abierto y singularmente moderno.
Acceso a la información completa del film AQUÍ.