Charles Chaplin se resistió al cine sonoro y en "Luces de la ciudad" lo parodió, pero acabó por rendirse a su evidencia. Cuando en el final de "Candilejas", Charlot y Buster Keaton saludaban desde un escenario, se terminaba una época del cine cómico. En "Un rey en Nueva York" trataba sobre la vejez, el destierro y el paso del tiempo. Diez años después volvió a dirigir por última vez y la película no fue otra que "La condesa de Hong Kong".
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