Scott Fitzgerald logró su mejor obra con este relato de la frustración americana como demostración del falso tópico de que cualquiera puede llegar a lo más alto de la sociedad. Es la tercera versión de esta novela que se lleva a la pantalla en un guión de Francis Ford Coppola. Ganó dos Oscar, a la mejor adaptación musical y al mejor diseño de vestuario. Fracasó comercialmente.
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