Es proverbial el sentido de autocrítica del cine americano al sacar a relucir sus trapos sucios, ya sea en la política, en la sociedad, en el ámbito militar, familiar o cualquier aspecto de la vida. Es la ópera prima de Sofia Coppola, hija de Francis Ford Coppola, que había destacado por sus diseños, sus fotografías o sus papeles como actriz, caso de "El Padrino III" (1990), que pasó a dirigir y a decir verdad no le salió mal.
Acceso a la información completa del film AQUÍ.






























































