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La aventura de ‘Django desencadenado’ a la gran pantalla comenzó hace más de diez años cuando el director y guionista Quentin Tarantino pensó por primera vez en el personaje principal de la película, Django. “El germen de la idea fue la de un esclavo que se convierte en cazador de recompensas y persigue a los capataces que se esconden en las plantaciones”, recuerda Tarantino.
A pesar de que ‘Django desencadenado’ transcurre en el sur de Antebellum, Tarantino descubrió que la historia de Django podría ser reflejada mejor en un western. “Siempre quise hacer un western. Me gustan todos los tipos de western, pero como para mí el favorito siempre ha sido el spaghetti western, pensé que el día que hiciera uno sería dentro del universo de Sergio Corbucci”, cuenta Tarantino.
El productor Reginald Hudlin coincide en que la elección de género era poco convencional pero encajaba. “El cambiante tono moral, los rincones oscuros, la complejidad moral de ‘Por un puñado de dólares’ y de las películas de Corbucci fueron una gran influencia para la narrativa de Quentin. El profundo estudio de Quentin del género fue lo que inspiró la idea de combinar la historia del esclavo con la narrativa del spaghetti western lo que da por resultado una película nunca vista”.
Poco después del estreno de ‘Malditos bastardos’, Tarantino trabajó febrilmente en el guión de ‘Django desencadenado’.
El nombre “Django” resulta familiar para los seguidores del spaghetti western: el primer personaje que interpretó Franco Nero en 1966 fue en ‘Django’. Nero se unió a la producción para hacer un cameo en ‘Django desencadenado’. “Para nosotros los austríacos ‘Django’ era un nombre archiconocido. No era el de Franco Nero sino ‘Django’”, explica Waltz. “
“Me gusta evocar el título de ‘Django’ por lo que significa para el spaghetti western y su mitología”, establece Tarantino. “Al mismo tiempo, existen unas 40 falsas secuelas de ‘Django’ que tienen su propio lugar dentro de la historia del género. Estoy orgulloso de decir que somos una nueva edición de esas falsa secuelas de ‘Django’ que no tienen nada que ver con él”.
Tarantino finalizó el guión el 26 de abril de 2011 y comenzó a compartirlo con amigos y compañeros de profesión. A medida que se acercaba el “día de su publicación”, los productores comenzaron a calentar máquinas para la producción. “En cuanto escuchas que Quentin está escribiendo en casa, ya estás un par de meses retrasado, así que tienes que empezar a llamar a los “jugadores”.
La producción comenzó el 28 de noviembre de 2011 en una localización muy conocida para los amantes del género del western: Melody Ranch, en Santa Clarita, California.
Foxx y Waltz entrenaron con el coordinador de escenas de acción Jeff Dashnaw y el especialista en caballos Rusty Hendrickson durante meses antes de montar un caballo frente a las cámaras. “realmente valoro esta experiencia”, confiesa Waltz acerca de su relación con su compañero equino.
Después de la etapa en Melody Ranch y Big Sky, la producción se movió a unos 320 kilómetros al norte a Lone Pine en California, justo en las inmediaciones de Death Valley.
Lone Pine era lo suficientemente frío como para dar el efecto de temperatura gélida que Tarantino deseaba reflejar.
Debido a la falta de nieve en Mammoth, California, la producción realizó una reubicación de última hora a Jackson, Wyoming, donde los Grand Tetons fueron el telón de fondo para las escenas invernales.
La producción realizó un último viaje a Los Ángeles para concluir con el rodaje el 24 de julio de 2012. “Ha sido una gran aventura”, asegura Washington. “Un día estábamos en Wyoming y a la semana siguiente estábamos en Luisiana y luego en Los Ángeles”.