|
SINOPSIS
María una señora de la limpieza, reservada, tímida y torpe. Cuando la asignan a la Escuela de Bellas Artes, conoce a Hubert, el guardián caprichoso de la escuela. Allí descubre un lugar fascinante donde reina la libertad, la creatividad y la osadía...
INTÉRPRETES
KARIN VIARD, GRÉGORY GADEBOIS, NOÉE ABITA, PHILIPPE UCHAN, LAURIANE ESCAFFRE, PAULINE CLÉMENT, YVO MULLER, TANIA DESSOURCES, CATHERINE SALÉE, SAMIRA SEDIRA, MARTINE SCHAMBACHER, MURIEL COMBEAU, PIERRE DIOT, FATIMA EL RHAFFOULI, RACHEL ARDITI
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
BANDA SONORA
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
PREMIERE
INFORMACIÓN EXCLUSIVA
ENTREVISTA A KARIN VIARD...
¿Qué te atrajo de este proyecto?...
Me interesó trabajar con Lauriane e Yvo porque su cortometraje Pile Poil me parecía muy divertido, y el guion de Maria Rêve me gustó mucho.
Era original hacernos descubrir el mundo del arte a través de los ojos de alguien que no sabe nada de él. Lo que le sucede a esta mujer es bastante inusual porque siente la llamada del arte, que la hace despertar y salir de su letargo. Además, me gustó el tono, desprovisto de cualquier forma de cinismo, que utilizó la ternura como vector de comedia.
¿Cómo te enfrentaste al personaje de María?...
Llegué tarde al proyecto, no tuve tiempo de prepararme como suelo hacer.
Así que me lancé y seguí las indicaciones de mis directores. Como tengo una personalidad más bien opuesta a este personaje, me animaron a ser más inhibida, menos expansiva de lo que suelo ser.
¿La de María te sirvió de apoyo?...
Sí. Conozco a Emmanuelle Youchnovsky, diseñadora de vestuario, y armamos su look juntas. Tuve cuidado que María no fuera vestida con ropa de diseñador. Partiendo de que fuera ropa que ella podía comprar con sus pequeños medios, tratamos de darle un tono alegre y chispeante, con jerséis florales, por ejemplo.
¿Qué hay de sabroso en defender a una mujer que se emancipa?...
Es interesante, porque si no hay transformación, no hay película. Cuando seguimos la trayectoria de los personajes, inevitablemente les sucede algo: o un accidente cambia el curso de su destino, o se emancipan... Las películas son, por tanto, siempre un buen pretexto para destacar a las mujeres que están pasando por una ruptura, sea la que sea, y se liberan.
Pero es una lucha que apoyo totalmente: creo que puedes reinventar tu vida en cualquier momento y que siempre tienes la libertad para hacerlo, especialmente cuando se necesita mucho coraje.
¿De qué manera la academia de Bellas Artes fue un patio de recreo inspirador para ti?...
Bellas Artes es más que un decorado, es el tercer personaje de la historia.
Más allá de mostrar este magnífico edificio, descubrimos su historia y función. Al encontrar todo tipo de obras, ya sean suntuosas o aparentemente poco interesantes, uno entra un mundo de creatividad, de encuentros, de inventos, de fantasías, que no pertenece al dominio de la rentabilidad, del “como debe ser” o “como se debe hacer”, y que no es la norma. ¡Todo eso me encanta! Me encantó filmar en esta escuela porque como nunca había estado allí antes, era mucho más fácil jugar a descubrirla y maravillarse.
¿Cómo es Grégory Gadebois como compañero?...
Antes de ser compañero es una persona absolutamente maravillosa: natural, amable, sensible e inteligente. ¡Grégory es la ternura personificada!
Es alguien muy singular entre el panorama de actores franceses.
Lo aprecié mucho como compañero, por supuesto, pero tanto o más como persona. Es elegante en todo lo que hace, tiene una poesía y una sencillez maravillosas: ¡Me encantó trabajar con él!
¿Habías trabajado antes con Noée Abita y Philippe Uchan?...
A Philippe Uchan, que interpreta a mi marido, le conozco desde que empecé. Recientemente compartimos cartel en Tokyo Shaking, la película de Olivier Peyon, y me alegró volver a coincidir porque es un actor extremadamente gracioso, de esos con los que hay un familiaridad natural.
En cuanto a Noée, no la conocía muy bien pero descubrí una joven encantadora, fresca, hermosa, buena actriz, linda…
¿Es complicado ser dirigida por dos directores?...
Ya lo había experimentado con los hermanos Foenkinos o los hermanos Larrieu y a mí me gusta bastante porque cuando papá no quiere, voy a ver a mamá (risas). Pero aquí, Lauriane estaba dirigiendo en especial los actores e Yvo se encargó de la imagen. Se complementan bastante bien, por cierto.
En general, ¿eres aficionada a la comedia romántica?...
Puedo serlo, pero no siempre es fácil tener éxito. Los ingleses y americanos lo saben hacer bastante bien, pero creo que los franceses no son los mejores en este campo. Pero lo que encuentro interesante en esta película es que hay algo bastante disonante: es una comedia con héroes mayores de 40 años; no son jóvenes encantadores sino adultos mayores con los que pueden identificarse un gran número de espectadores.
Entrevista con GRÉGORY GADEBOIS...
Después de su cortometraje, Pile Poil, ¿era obligado estar en el primer largo de Lauriane Escaffre e Yvo Muller?...
Lo cierto es que me encantó trabajar con ellos. Recuerdo que, desde la primera reunión, teníamos la misma visión del personaje y el rodaje fue estupendo. Pero si accedí a interpretar un papel en su primer largometraje, es principalmente porque ¡Tuvieron la amabilidad de volver a llamarme! (Risas) Y, me interesaba incluso antes de leer el guión, porque lo primero que me interesa son ellos. Entiendo su lenguaje tan bien, me encuentro tanto en su universo, su humor, su forma de hacer hablar personajes, que los creo incapaces de escribir algo que no me guste. Y en el set me gusta cómo se reparten las tareas para complementarse… la simple idea idea de pertenecer a su “banda” me agrada.
¿Qué te atrajo del guión?...
Al leerlo, me conmovió el viaje de esta mujer que se emancipa gracias al descubrimiento del arte. Pero también me gustó la forma en que se dibujaba cada personaje y la trayectoria reservada para ellos. Al final, esto formaba un todo que era a la vez divertido y conmovedor.
¿Cómo asumiste el personaje de Hubert?...
No tengo método. Al leer el guión, surgen muchas preguntas y a medida que aprendes el texto, las llenas de respuestas. Me doy cuenta de que a menudo abordo mis personajes por su trabajo. Hubert es el conserje de la Academia de Bellas Artes y es un manitas. Como le piden un montón de trabajitos, sabe usar bien sus manos. Además, le gusta desafiarse a sí mismo: el reto del momento es imitar el movimiento de caderas de Elvis.
Le vemos practicar discretamente en su oficina pero nos decimos que una vez lo consiga, pasará a otra cosa y es una característica que me gusta de él.
¿Cuál es su visión del arte y de la academia?...
No sintiéndose un artista, tiene una verdadera admiración por las personas que pueblan esta gran casa. Siempre está dispuesto a echar una mano a los estudiantes pero tiene un cariño especial por el personaje de Noée Abita a quien ayuda en la producción de sus obras.
¿Fue la escuela un escenario inspirador para ti?...
Al igual que el vestuario, el decorado siempre influye en la forma de moverse o hablar. Pero la Academia de Bellas Artes es especial porque es un universo donde lo anormal y lo improbable se vuelven posibles.
¿Qué tipo de partenaire es Karin Viard?...
¡Fue genial trabajar con ella! Me impresionó mucho conocerla pero inmediatamente me atrapó su manera de abordar el personaje y la escena.
Cuando compartes un misma visión que tu compañero, es muy cómodo.
Al final, la complicidad se crea gracias a la suma de muchas pequeñas ideas que compartimos entre nosotros. Y Karin, que lo sabe, tiene el poder para llevarte a bordo. Aprendí mucho de ella.
En esta película descubres un verdadero poder de seducción. Lo sabías?...
Es el guion lo que hace que este personaje sea atractivo. Hubert lo lleva con serenidad porque en esta escuela está en su elemento y sabe quién es.
Y como no está presionado por lo que siente por Maria, se puede permitir el humor; le gusta pero no espera nada especial de ella. Y las personas que no esperan nada siempre son mucho más atractivas. Finalmente, jugué con todo esto, pero el poder de seducción no era algo consciente. Hasta me sorprende escucharme decir que tengo esta imagen porque si me lo hubieran dicho que en el instituto, ¡no lo hubiera creído!
ENTREVISTA A LAURIANE ESCAFFRE e YVO MULLER...
¿Cómo nació el personaje de María?...
Lauriane: Tiene su origen en mi abuela, que era ama de llaves. La recuerdo como una mujercita discreta que hablaba en voz baja y caminaba un poco de puntillas.
Los empleados la llamaban por su nombre de pila, trabajaba con mayor frecuencia cuando la gente no estaba allí y si estaban presentes, ella sabía pasar desapercibida cuando entraba en una habitación. Como ella, María es una persona a la que no estamos acostumbrados a mirar, que no tiene alta visibilidad en la sociedad porque no se siente necesariamente importante. Ella ejerce una profesión donde es invisible pero donde se puede ver todo.
Yvo: Nuestro deseo era hacer visible este personaje. En contacto con el arte, María se dejará guiar por sus emociones, su sensaciones y esto le permitirá abrirse a la vida, despertar lo que ella es verdaderamente, reconectarse con el alma y sus deseos personales, para descubrirse a si misma. Tanto en sentido figurado como en sentido literal ya que se convierte en modelo de desnudo y toma su lugar en la escena, en medio de los estudiantes, para servirles de modelo, dejándose mirar y permitiéndose recuperar el control de su vida. Todo esto con la obligación obvia de alterar un modo de actuar preestablecido.
¿Por qué era importante hacer que esta heroína fuera una mujer de más de 50?...
Lauriane: Se convirtió en un compromiso político cuando descubrí las angustiosas cifras reveladas por la AAFA, gracias al colectivo “Túnel de 50 años”. Si en Francia hay un 50% de mujeres mayores de 50 años, pantalla, sólo representan el 8% de personajes femeninos. Además, la diferencia de edad promedio entre las parejas en pantalla está entre 10 y 15 años, mientras que en la realidad son sólo dos años. En cuanto a los salarios de los actores sobre 50 años, aumenta un 12% para los hombres y desciende un 8% para las mujeres. Descubrimos que si bien nos gusta mostrar a los hombres maduros porque a menudo están en pleno apogeo, tendemos a borrar del paisaje a las mujeres que han pasado los cuarenta a pesar de que tienen la misma experiencia. Queríamos, por lo tanto, presentar una esposa y una madre muy concreta con la que nos encontramos constantemente a diario, pero rara vez en cine. Y como las mujeres se autocensuran mucho más que hombres en todos los campos, fue interesante permitir que nuestra heroína superara esto y creyera que aún podía reiniciar algo, renacer para amar y mostrar que sigue siendo un personaje muy vivo. Porque este tema es para nosotros un verdadero problema social. En el cine como en otros lugares, es la sociedad patriarcal la que impone sus normas. Y como todo esto sucede de manera insidiosa e inconsciente, era importante nombrarlo.
¿Por qué les resulta tan interesante el tema de la emancipación?...
Yvo: Porque fue una larga lucha personal para los dos. Lauriane y yo tenemos padres que han progresado en la escala social y siempre han creído en el trabajo duro para tener éxito. Mi abuelo era maestro, los abuelos de Lauriane eran un ama de llaves y un obrero, y la meta de nuestros respectivos padres era que estudiáramos para alcanzar lo que ellos no habían podido lograr. Entonces nos llevaron a colegios muy elitistas e invirtieron mucho tiempo y dinero para conseguirlo. Pero estábamos en familias donde el arte no tenía lugar porque tenían otras cosas más importantes que hacer que interesarse en la pintura, la música, el teatro o el cine. Y para para ellos, un “artista” significaba sobre todo un “muerto de hambre”.
Lauriane: Así que Yvo se mudó a Nueva York donde trabajó durante tres años en finanzas y a mí, después de ir a la escuela de negocios, me contrataron en L’Oréal. Y a los 24 años, nuestro encuentro con el teatro fue devastador, decisivo. De repente, se abrieron mundos enteros: la relación con el otro, con el cuerpo, con el habla, con las palabras... De cierta manera, casi inconscientemente, esto es lo que queríamos contar a través del personaje de María. Para esta mujer, el arte es algo utópico, a priori inaccesible por estar reservado a personas extrovertidas, bellas, integradas… En definitiva, a los dos nos gusta la idea de desgarrarnos de lo que nos tiene previsto la sociedad, nuestro entorno o nosotros mismos, para escuchar nuestro pulso íntimo y nuestra propia personalidad.
La escuela de Bellas Artes aparece como el tercer personaje de la película. ¿Por qué elegisteis este escenario en particular?...
Lauriane: La idea de esta película realmente germinó durante una visita a esta escuela que reúne, como un laberinto, una multitud de espacios extremadamente cinematográficos. Como nunca habíamos puesto un pie allí
antes, estábamos fascinados. Es un lugar visualmente muy ecléctico donde se superponen varios estilos arquitectónicos y épocas. Como resultado, pa- -samos de un patio florentino a un edificio de los años 70 con paredes envejecidas durante décadas, de una majestuosa escalera adornada con estatuas antiguas a un salón con un enorme techo de cristal, de una hermosa capilla a una increíble biblioteca… y con el mismo asombro descubrimos la sala de morfología donde se codean esqueletos de todas las especies o el sótano, un museo subterráneo que amontonó, durante años, miles de obras.
Yvo: Y en medio de todo eso, hay una ebullición loca; sentimos un torbellino de libertad y creatividad porque los alumnos montan talleres efímeros y se apropian de todos los espacios para crear. Como no siempre sabemos si es basura u obras de arte, por todas partes hay mensajitos para las señoras de la limpieza: “no tirar”. Pero lo que también es interesante es que es un lugar de aprendizaje que no te ciñe a un marco o a aprender algo que ha sido científicamente probado. Es una escuela donde se pide a los alumnos que se atrevan, que experimenten, que se equivoquen y sobre todo que se conecten consigo mismos para encontrar su propia forma de arte sin imitar lo ya establecido. Este lugar aventurero, rebelde, transgresor, era por tanto el lugar ideal para evocar este ansiado tema de la eclosión.
Lauriane: Pero ahí es donde nacieron la mayoría de las escenas. Deambulando entre las instalaciones y discutiendo largo y tendido con los estudiantes o el personal de mantenimiento, imaginamos escenas como aquella en la que una señora de la limpieza tira una obra de arte a su pesar - sucede todo
el tiempo. Esto explica el vínculo especial que se desarrolla entre los estudiantes y el personal de mantenimiento. A fuerza de codearse con sus obras,
a veces desarrollan un interés real por determinados artistas y, en cinco años de estudio, se crean conexiones.
Yvo: ¡Lo que fue genial es que sentimos un verdadero deseo de los estudiantes de colaborar en nuestra película! En plena pandemia pudimos darnos el tiempo de explicarles nuestro proyecto y tuvieron la amabilidad de confiarnos sus obras pero también de hacer decenas de propuestas y de meterse con nosotros en el juego de la creación. Esto es lo que hizo del arte un personaje por derecho propio. Pero todo esto fue orquestado por David Bersanetti, nuestro director de arte, qué es él mismo un artísta y que pudo reconectarse con su primera pasión.
¿Tener un papel en vuestra película era algo obvio?...
Yvo: Fue algo con lo que soñamos un poco en secreto y cuando se trataba de la cuestión del casting con nuestros productores, lo ofrecimos como posibilidad.
Y tuvieron la amabilidad de aceptar sin ni siquiera pedirnos una prueba. Actuar en tu propia película es un sueño, da un placer loco.
Lauriane: Habíamos trabajado mucho en nuestros roles anteriormente y fuimos aún más exigentes que en las otras películas porque teníamos que estar a la altura de nuestros actores. Pero es cierto que nos encantó. Liberarte del miedo a decepcionar al director te hace extremadamente libre y nosotros lo somos aún más sabiendo que después tendremos el control del montaje.
¿Cómo distribuyen los roles en el set?...
Lauriane: La distribución de tareas no estaba realmente establecida, pero Yvo estaba más dedicado a la técnica y yo a la direccion de actores. Para esto último, también era más fácil tener un solo interlocutor. Pero habiendo trabajado mucho contra corriente y siendo artísticamente muy afines, teníamos una idea común de todo lo que queríamos.
¿Qué requisitos tenían para la banda sonora?
Yvo: Desde el título original de la película, Elvis’ Hips, teníamos en mente toda una serie de piezas cercanas al universo del Rey y como entre ellos había música de René Aubry, nos pareció que sería bueno confiarle la banda sonora. En el universo de René había algo poético y poco consensuado que nos gustó mucho. Pensamos que este artista que había trabajado mucho en espectáculos de danza tenía una gran sensibilidad y mucho talento. Para la obertura de María rêve, después de Such a night de Elvis, que ilustra los créditos iniciales, le pedimos que pensara en una variación de la música del Rey y para el resto de la película le pedimos que compusiera piezas un poco más impactantes. Y en cuanto a la música final, nuestro productor, sabiendo que yo soy músico, me propuso que me lanzara. Lo hice encantado, como lo hice con las voces sobre la música del beso.
GALERÍA DE FOTOS
https://cineymax.es/estrenos/fichas/104-e/158097-el-despertar-de-maria-2022#sigProId102ab023c0