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SINOPSIS
Desde que Dom y Brian destruyeron el imperio de un mafioso y se hicieron con cien millones de dólares, nuestros héroes se han dispersado por el planeta. Pero siguen sin poder regresar a casa ya que son prófugos de la justicia. Mientras tanto, Hobbs ha estado siguiendo la pista por doce países de una banda de letales conductores mercenarios, cuyo cerebro cuenta con la inestimable ayuda de Letty, la mujer amada a la que Dom creía muerta. La única forma de detenerlos es enfrentarse a ellos en una carrera callejera. Hobbs le pide a Dom que reúna a su equipo en Londres. ¿Qué obtendrán a cambio? Un indulto para todos. Podrán regresar a casa con sus familias...
INTÉRPRETES
VIN DIESEL, PAUL WALKER, DWAYNE JOHNSON, JORDANA BREWSTER, MICHELLE RODRIGUEZ, TYRESE GIBSON, SUNG KANG, GAL GADOT, LUDACRIS, LUKE EVANS, ELSA PATAKY, GINA CARANO, CLARA PAGET, JOE TASLIM
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SECUELAS The fast and furious (2001) /
2 fast 2 furious (A todo gas 2) (2003) /
The fast and the furious 3: Tokyo Race (2006) / Fast and furious: Aún más rápido (2009) /
Fast and furious 5 (2011) / Fast and furious 7 (2015) / Fast and furious 8 (2017) /
Fast and furious 9 (2021)
INFORMACIÓN EXCLUSIVA
Hace doce años, una pequeña producción llamada The Fast and the Furious (A todo gas), acerca de la subcultura de las carreras ilegales en plena ciudad en la zona este de Los Ángeles, se convirtió en la sorpresa del verano recaudando 207 millones de dólares en todo el mundo.
Hace dos años, 'Fast & Furious 5' consiguió el mejor estreno en toda la historia de Universal con una taquilla de 86 millones de dólares el primer fin de semana solo en Estados Unidos, alcanzando los 209 millones de dólares a nivel nacional y superando los 625 millones de dólares internacionalmente. Es muy poco habitual que la quinta entrega consiga redefinir los parámetros creativos y económicos de una franquicia, pero la tercera película de la serie ya había duplicado la recaudación que volvió a duplicarse con la quinta.
La serie de cinco títulos ha acumulado la increíble suma de 1.500 millones de dólares y la expectación por la próxima entrega ha ido creciendo hasta alcanzar niveles inauditos. De todas las franquicias actuales, esta es la que tiene mayor seguimiento en las redes sociales.
En Hollywood, producir la sexta entrega de una taquillera saga no solo es muy poco habitual, también significa disfrutar de una posición envidiable. Neal H. Moritz, un veterano productor que además de haberse ocupado de la franquicia de ‘Fast & Furious/A todo gas’ tiene en su haber numerosos éxitos, elogia abiertamente a Justin Lin por su capacidad de dirigir una película en que la narración, la acción y un reparto numeroso deben estar perfectamente sincronizados. “Habría sido muy difícil hacer esta película sin Justin”, dice.
Vin Diesel, que se erigió hace tiempo como uno de los guardianes de la serie, está totalmente de acuerdo: “Lo que realmente me entusiasmó fue que esta película no solo sería un thriller con mucha acción, sino que el hilo conductor sería la historia. Me gusta mirar atrás y asegurarme de que todo encaja”.
En ‘Fast & furious 6’, los cineastas decidieron ampliar la acción introduciendo más secuencias de luchas corporales para equilibrar las persecuciones y las carreras. Una de las claves del éxito de las películas de Justin Lin es usar un máximo de escenas peligrosas reales, lo que encaja de maravilla con esta película.
Sin embargo, esta estrategia añade mucha presión al departamento de especialistas, que debe encargarse de diseñar y realizar escenas de lucha innovadoras e impactantes con material pirotécnico o con coches. “A lo grande o a casa” era el divertido comentario del director durante la preproducción mientras se diseñaban las secuencias.
Desde el primer momento, Greg Powell sabía que se trataba de una película de acción multifacética que debía ir más allá de los límites habituales, una película de acción rápida, dura, con movimientos inventivos y trucos que dejarían asombrados a los fans. Para superar la épica pelea entre Dom y Hobbs en ‘Fast & Furious 5’ requirió los servicios del coreógrafo de peleas Olivier Schneider y de su equipo, con quien diseñó dieciséis peleas en las que participan casi todos los miembros del reparto. Los dos ya habían colaborado en la película de acción ‘El invitado’, lo que les permitió ganar mucho tiempo.
Olivier Schneider, de origen francés, y Justin Lin estaban de acuerdo en que los movimientos de las peleas debían ser precisos y nunca gratuitos.
Todos los miembros del reparto estaban dispuestos a entrenarse para mejorar su ya muy buena forma física, lo que permitió a Schneider elevar el nivel de las peleas.
Vin Diesel, Michelle Rodriguez, Chris “Ludacris” Bridges y Tyrese Gibson empezaron a entrenarse meses antes del comienzo del rodaje. Gina Carano siguió con su habitual rutina de artes marciales mixtas y se concentró sobre todo en los movimientos de las peleas. Luke Evans se sumió en el entrenamiento habitual de los SAS para dar la talla.
Antes de diseñar una pelea, Olivier Schneider recorrió las localizaciones, además de hablar con el departamento artístico, para incorporar objetos y elementos a la acción. Un pasamanos en una estación de metro podía mejorar una patada acrobática, o una correa en el plató del Antonov podía servir para coger impulso y golpear al contrincante. Además, llevó a los actores a los decorados antes del rodaje para familiarizarles con el entorno.
Olivier Schneider diseñó un estilo característico para cada uno de los personajes, y a pesar del gran número de peleas los movimientos no se repiten.
Justin Lin prefiere rodar las escenas de acción mediante planos generales, lo que le permite cortar en momentos estratégicos para insertar una perspectiva más cercana y más concreta de la brutal pelea. Olivier Schneider y el director de fotografía Stephen Windon planearon cada escena de las peleas, que se rodaron con un mínimo de cuatro cámaras y un sistema de iluminación de 360 grados con el fin de capturar cada movimiento de la acción.
Después de más diez años asombrando a los espectadores con historias que transcurren en Los Ángeles, Miami, Tokio, la República Dominicana, México y las duras favelas de Río de Janeiro como telón de fondo, la saga cruzó el Atlántico a todo gas para llegar a Europa.
Justin Lin, Neal H. Moritz, Vin Diesel y Clayton Townsend reunieron a un auténtico “dream team” para llevar a la gran pantalla un guión que, desde el primer momento, dejaba atónito a quien lo leía. “Siempre decimos que hace falta un ejército para rodar estas películas”, dice el productor Clayton Townsend. “Estaré eternamente agradecido a los cientos de personas que conformaron el equipo y que nos ayudaron a plasmar la visión de Justin para convertirla en la saga de acción más impresionante que he visto en una pantalla”.
Al igual que con las otras entregas dirigidas por Justin Lin, las secuencias de acción son tremendas, y las expectativas del público crecen con el estreno de cada capítulo. Al igual que la saga, la logística de estas producciones no tiene nada de sutil. Esta vez, dos unidades de rodaje que incluían a cientos de personas, coches y toneladas de equipamiento se trasladaron a Londres y a las islas Canarias.
Irónicamente, durante las cuatro primeras semanas de rodaje, la mayoría del reparto principal estuvo rodando interiores en los estudios Shepperton, en vez de ir lanzados a todo gas por las autopistas inglesas. Pero todo llega.
El rodaje de ‘Fast & Furious 6’ empezó a mediados de verano en Londres, cuando el mundo se preparaba para seguir la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Por suerte, el equipo tuvo tiempo para asistir a algunos eventos y apoyar a sus deportistas favoritos.
La mayoría de la película transcurre en Londres, y los cineastas querían capturar el ajetreo diario de la ciudad, por lo que el rodaje en exteriores tan emblemáticos como Picadilly Circus, el estadio de Wembley, el puente Lambeth, la estación de Waterloo y la famosa central eléctrica de Battersea se pospuso hasta el otoño.
La segunda unidad, a las órdenes una vez más de Spiro Razatos, no participó en el fervor olímpico ya que empezó a filmar a una hora de Londres, cerca de la ciudad de Ipswich. Durante tres semanas usaron una pista de aterrizaje en una base aérea en desuso para rodar planos nocturnos de la complicada escena a la que todos bautizaron “secuencia Antonov”.
Para filmar la escena fueron necesarias múltiples cámaras con un sistema de iluminación especial. El departamento artístico diseñó y construyó secciones del fuselaje del avión a tamaño real, la rampa de carga, las ruedas y otros elementos clave arrastrados por un enorme camión remolque para dar sensación de movimiento.
La conducción de precisión se dejó en manos de conductores delante y detrás de la cámara, ya que varios coches-cámara especialmente diseñados seguían la acción a pocos centímetros de los vehículos que perseguían al avión.
Las calles de Glasgow fueron el escenario del rodaje de las carreras “Equipo contra equipo”. El laberinto de calles de Londres y su tráfico no era el lugar ideal para rodar escenas de acción de alta velocidad, por lo que se decidió filmar en las calles más anchas de la ciudad del norte.
El supervisor de efectos especiales Joss Williams y su equipo, que llegó a contar con 137 miembros, era el abanderado de Justin Lin para conseguir que la mayoría de las escenas de acción fueran reales.
Al igual que en proyectos anteriores suyos, entre los que se encuentran la miniserie “The Pacific” y “El ultimátum de Bourne”, Joss Williams sabía que debía tener en cuenta la creatividad y la logística para concebir las principales escenas de acción. Desde luego, el mayor reto residía en la secuencia con el avión Antonov, cuando tiene lugar la confrontación final entre Dom, Hobbs y Shaw, y sus respectivos equipos.
Dada la dificultad de obtener un auténtico Antonov, se construyeron versiones del interior y del exterior a tamaño real, para lo que el supervisor trabajó con el diseñador de producción Jan Roelfs y el jefe de carpintería John Maher. Desde un principio, se pensó que lo más fácil sería dividirlo en secciones.
Se fabricaron varias secciones totalmente operativas del exterior del avión, desde las ruedas de dos metros de alto, pasando por la rampa trasera de carga y el chasis de toda un ala (el departamento de efectos visuales lo revistió en posproducción), hasta una sección de 35 toneladas de peso del tren de aterrizaje, que podía moverse arrastrado por un camión remolque para filmarlo a una velocidad de 48 a 56 kilómetros por hora. El director de fotografía de la segunda unidad, Igor Meglic creó un sistema de iluminación montado en otro camión remolque para obtener la luz necesaria, ya que toda la escena transcurre de noche.
La prioridad de Joss Williams era crear un decorado capaz de albergar escenas de acción creíbles para el público.
El director de fotografía Stephen Windon diseñó un sistema de iluminación colocado a lo largo del techo que aportaba la suficiente luz a todo el decorado.
El segundo decorado correspondía a la sección central del avión que podía girar hasta 270 grados. El mecanismo tipo “asador” simulaba los fuertes temblores del avión cuando perdía el control. Resultaba mareante ver el decorado girar en el plató, pero dado el resultado de la filmación, el esfuerzo valió la pena.
A mediados de octubre, el reparto y el equipo se prepararon para rodar durante varias semanas en la isla de Tenerife. La segunda unidad ya llevaba cinco semanas en la soleada localización. Las Canarias, que según dijo Mia en ‘Fast & Furious 5’ “no tiene tratado de extradición con Estados Unidos”, se ha convertido en su refugio. La exuberante zona norte de la isla sirvió como decorado para las casas de Dom y Elena, de Brian y Mia, la clínica donde nace el pequeño Jack, e hizo las veces de Costa Rica, donde se ha exiliado Tej. También se rodó la primera secuencia en la que Dom y Brian conducen a toda velocidad por estrechas y empinadas calles.
Cuando los cineastas visionaron la filmación de la segunda unidad, empezaron a pensar que podían superar la famosa escena de la cámara acorazada de ‘Fast & Furious 5’. El enorme tanque hacía todo lo previsto y más. Joss Williams había puesto en práctica sus conocimientos de física, ingeniería y mecánica para conseguirlo. Su equipo había construido dos versiones adicionales y más ligeras del tanque, todas con torretas giratorias operativas. Las “minibestias” eran capaces de disparar pólvora negra a 113 kilómetros por hora.
GALERÍA DE FOTOS
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