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OBJETIVO: LA CASA BLANCA
INFORMACIÓN
Titulo original: Olympus Has Fallen
Año Producción: 2013
Nacionalidad: EE.UU.
Duración: 119 Minutos
Calificación: No recomendada para menores de 16 años
Género: Acción
Director: Antoine Fuqua
Guión: Creighton Rothenberger, Katrin Benedikt
Fotografía: Conrad W. Hall
Música: Trevor Morris
FECHA DE ESTRENO
España: 10 Mayo 2013
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
Aurum


SINOPSIS

Durante la visita del primer ministro de Corea del Sur a la residencia del gobierno norteamericano, un grupo armado norcoreano ataca la mansión consiguiendo hacerse con los componentes del gabinete de mandatarios incluido el Presidente. Ante esta situación el ex-agente del Servicio Secreto Mike Banning vuelve a entrar en acción para tratar de solucionar el gravísimo problema que han planteado los terroristas...

INTÉRPRETES

GERARD BUTLER, AARON ECKHART, MORGAN FREEMAN, DYLAN McDERMOTT, RICK YUNE, ANGELA BASSETT, MELISSA LEO, RADHA MITCHELL, COLE HAUSER, PHIL AUSTIN, ROBERT FORSTER, LANCE BROADWAY, FINLEY JACOBSEN, ASHLEY JUDD

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   “Cuando el productor ejecutivo Avi Lerner me trajo el guión, supe de inmediato que se trataba de un material excelente con un potencial ilimitado”, recuerda Fuqua, un director conocido por su inquebrantable tratamiento de duras historias en ambientes urbanos, como “Training Day (Día de entrenamiento)”. “Es un clásico viaje del héroe, sacado directamente de Joseph Campbell”.
   Como productor, Butler estaba deseando fichar a Fuqua para que dirigiera el proyecto. “Cuando recibimos el guión, sobre la marcha pensé en Antoine”, asegura. “De todos los grandes directores que trabajan en la actualidad, me pareció que sería el que conseguiría clavarlo”.
  A Fuqua le encantaba la atrevida premisa del guión. “Han asaltado la Casa Blanca y tienen al presidente de rehén. Mi única pregunta era: ¿cómo podría suceder algo así en realidad?”.
   Decidió documentarse de manera preliminar sobre el escenario principal del guión y se sorprendió mucho al descubrir que era perfectamente posible para una milicia relativamente pequeña, bien pertrechada y bien adiestrada, tomar por sorpresa la Casa Blanca e infligir graves daños en poco tiempo. Convencido de que tenía una historia que resultaría apasionante y fascinante, el realizador empezó a documentarse a fondo tanto sobre la Casa Blanca como sobre el Servicio Secreto, para asegurarse de que la historia resultara absolutamente auténtica.

  Cuando emprendió la preproducción de ‘Objetivo: La Casa blanca’, Fuqua sabía relativamente poco del funcionamiento interno y de la cultura del Servicio Secreto. Trabajar en esta película le ha permitido descubrir la entrega y dedicación de estos agentes y los sacrificios que tienen que estar dispuestos a realizar por desempeñar su labor.
   Como curiosa coincidencia, el director tuvo su primer encuentro cercano con el Servicio Secreto mientras se encontraba trabajando en esta película. “Durante el rodaje, recibí una llamada de mi mujer, que decía que teníamos al Servicio Secreto en casa”, recuerda. “Casi me da un ataque, pensando que tenía algo que ver con la película. Resultó que había alguien especial en el barrio ese día y, según parece, mi casa ofrecía una perspectiva especialmente ventajosa de la casa que estaba visitando, así que querían usar mi hogar como punto de observación. Sigo sin saber quién estaba en esa casa, pero me pareció una coincidencia harto curiosa que, el mismo día en que estoy rodando un gran asalto a la Casa Blanca, el Servicio Secreto aparezca en mi puerta”.

  Fuqua se reunió con un equipo de asesores, que incluía a antiguos agentes del Servicio Secreto, el FBI, la CIA y otras fuerzas del orden. “Recurrimos a Joe Bannon, que era del Servicio Secreto, así como a Ricky Bryant Jones y Daryl Connerton, que habían pasado ambos tiempo en la Casa Blanca, para establecer los límite del realismo”.
   Jones, que posee conocimientos de experto en técnicas de antiterrorismo, aseguró a Fuqua que un ataque directo contra la mansión presidencial podría no ser cuestión de si podía suceder, sino de cuándo sucedería.
   A través de sus asesores, Fuqua descubrió que una fuerza militar de emergencia necesitaría un mínimo de 15 minutos para llegar a la Casa Blanca y proporcionar apoyo a los agentes que ya se encontraran en el lugar, lo que hacía incluso más plausible la posibilidad de conseguir asediar la Casa Blanca.
   Con esa ventana de 15 minutos como punto de partida, los asesores ayudaron a planear un ataque simulado, hasta detalles como el número mínimo de tropas necesarias para tomar la Casa Blanca, así como qué tipos de armas serían más útiles. “Nos planteamos hasta los detalles más insignificantes”, recuerda Butler.
   Valiéndose de soldados de juguete, el equipo lo planificó todo hasta el más nimio detalle. El concepto de Fuqua para el ataque era que los comandos norcoreanos volverían la abundancia de Estados Unidos contra sí misma. “La idea de un enemigo destruyendo el símbolo definitivo de EE. UU. con nuestras propias armas es horrorosa”, sostiene.
   La escena del ataque se desarrolla en tiempo real, de modo que los terroristas se hacen con el control de la Casa Blanca en tan sólo 13 minutos. “Resulta brutal, porque está totalmente basado en la realidad”, asegura Fuqua. “Nos documentamos mucho para que quedara auténtico. Discutimos qué clases de armas resultarían más útiles”.
   “Consultamos con los guionistas y repasamos la escena paso a paso”, prosigue. “Ya habían descrito un panorama muy minucioso de lo que estaría pasando dentro del edificio. Nosotros lo ampliamos hasta los jardines y la calle. Por lo que se refiere al asalto, no hay ninguna escena en la película que no pudiera suceder de algún modo”.
   Hace tan sólo unos pocos años, la situación central que se recoge en ‘Objetivo: La Casa blanca’ podría haber parecido impensable, pero el director comenta: “La película es extraordinariamente entretenida e infunde en los espectadores un sentimiento colectivo de patriotismo, pero sirve a la vez como advertencia. Cuando se baja la guardia, puede suceder cualquier cosa”.

  Cuando Fuqua y sus asesores tuvieron listo su plan de ataque a la Casa Blanca, el director tomó una decisión atrevida. En lugar de hacer un uso intensivo de la infografía para recrear ese lugar tan característico d Washington, D.C., construirían una réplica y representarían el asalto haciendo un uso sensato de los efectos especiales.
   “Arrasamos físicamente la Casa Blanca en esta película”, explica. “Tuvimos una conversación importante al respecto. Sabíamos que si pensábamos hacerlo así, tendríamos que poner toda la carne en el asador. Es todo un acontecimiento”.
   Hill creó un set de rodaje enorme y con todo lujo de detalles para la escena más grande de la película. “Creo que el momento más importante para mí de todo el rodaje fue encontrarme por primera vez en el set”, recuerda el director. “Reconstruimos de verdad la Casa Blanca en Luisiana. Reconstruimos Pennsylvania Avenue. Reconstruimos la fuente de agua. Reconstruimos toda la fachada frontal y todo el vestíbulo frontal interior. Aún me cuesta creer que lograran construir tanto, tan rápido”.
   En el primer día de rodaje de la escena de la épica batalla, Fuqua pudo apreciar en toda su medida el logro conseguido por Hill, al ver a una multitud de gente que interpretaba a terroristas, agentes del Servicio Secreto y transeúntes abarrotando el set.
   Para ayudar a coreografiar la acción, Fuqua recurrió a Keith Woulard, un antiguo Navy SEAL que ya había trabajado con el director en una película anterior, “Lágrimas del sol”. “Sabía que Keith podía hacer que quedara emocionante y auténtico”, afirma.
   Woulard y su equipo simularon los pasillos de la Casa Blanca mediante cajas de cartón, explicándolo todo con una cámara de vídeo para Fuqua. “Así es como conseguí prepararlo tan rápido”, comenta el director.
   El equipo de especialistas era enorme, con un total de unas 130 personas. “Eso es un equipo bastante grande”, aporta Woulard. “Utilizamos a unas 100 personas en un determinado momento para la batalla en el exterior de la Casa Blanca. Sucedía todo simultáneamente, así que había que tratar con mucha gente. Resulta muy espectacular ver a comandos coreanos tomando la Casa Blanca. Me siento orgulloso de haber hecho mi parte para hacer todo esto posible”.
   Fuqua comenta que Butler podría haber usado a un doble en muchas de sus escenas, pero prefería hacerlo él mismo. “Está completamente entregado. Podríamos haber usado un plano general y haber dejado que lo hiciera un especialista, pero quería hacerlo todo. Se llevó unas cuantas magulladuras, porque Rick Yune y él se lo tomaban en serio, estampándose el uno al otro contra las paredes”.

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