La frase que a continuación ofrecemos fue dicha por el actor Tony Leblanc, quien inició su andadura artística en 1944 con el largometraje "Eugenia de Montijo"
FRASE FAMOSA: "Me hice cómico para cortar los callos en las manos, pero salen en el corazón."
El azar hizo que haya sido la única persona que ha nacido en la sala de tapices de Goya del Museo del Prado de Madrid, donde su padre ejercía de vigilante nocturno.
Una vez que tuvo edad y debido a su gran afición por el boxeo llegó a ser campeón de Castilla, para posteriormente ser jugador de fútbol. También trabajó como botones y ascensorista en el Museo del Prado.
Hasta 1944 no debuta en el mundo del espectáculo y lo hace por un lado en la compañía de Celia Gamez y haciendo un papelito en el film "Eugenia de Montijo", en el que no fue acreditado. Su debut oficial en el cine fue un año más tarde con "Los últimos de Filipinas".Gracias al éxito que fue cosechando, sobre todo en la segunda mitad de los años cincuenta, llegó a participar en sesenta largometrajes.
Jamás abandonó la pantalla grande, la cual compartió con su participación en varias revistas, actuaciones cómicas y en algunos programas de Televisión Española. En la recta final de los sesenta comienza a decaer su fuerza, lo que haría que cada vez se prodigara menos en la pantalla grande, hasta que Santiago Segura se acuerda de él para "Torrente, el brazo tonto de la ley".
En 1993 recibió un Goya de honor a toda su trayectoria.