3 Octubre 2024. Cineastas visionarios compiten en Alquimias la sección más arriesgada de Seminci.
Alquimias, la sección a competición del festival que pretende demostrar que el lenguaje fílmico dispone todavía de un amplio campo de innovación, propone nueve miradas que comparten una revitalización de las propuestas visuales y de la forma de abordar y presentar cuestiones políticas, sociales o emocionales. Conviven en la selección de la 69ª edición realizadores con escasos títulos a sus espaldas con irreductibles veteranos visionarios. Juntos abarcan múltiples territorios y sensibilidades para ofrecer una perspectiva lúcida y arriesgada sobre el ser humano y la sociedad actual.
Con una trayectoria de 25 años a sus espaldas, Lou Ye (Suzhou River), aborda en Una película inacabada (Alemania, Singapur) la epidemia del covid como si fuera el diario de un cineasta. La crónica metacinematográfica que conforma este largometraje resulta un testimonio tan emocionante como revelador sobre la desconocida realidad en Occidente de cómo se vivió la pandemia en China a través de los retos de un equipo de cine atrapado en un Wuhan confinado en enero de 2020. Filmado por un cineasta poseedor de una valiente voz y un estilo poco frecuente en la cinematografía china, entrelaza realidad y ficción en capas indistinguibles. Ya en 2006, se atrevió a romper dos tabúes en Summer Palace: la sexualidad y la represión policial de la plaza de Tiananmen, lo que le acarreó una prohibición de realizar ninguna película durante cinco años por parte del gobierno chino.
Rupturas...
Otros dos nombres presentes en esta edición en Alquimias rompen con los convencionalismos de dos cinematografías con una trayectoria tan remarcable y unos códigos muy reconocibles como la iraní y la india. Rupturas formales con el status quo que corren paralelas a una fractura de los convencionalismos marcados por las autoridades por parte de los personajes. Por ejemplo, The Great Yawn of History (Irán), de Lila Rasti, un nuevo nombre a tener en cuenta en el incesante flujo de cine iraní independiente Rasti esboza, con tintes de comedia, el rostro capitalista y un retrato irónico de la religión en Irán a través de la búsqueda de un tesoro por parte de dos hombres obligados por la precariedad.
PS Vinothraj, por su parte, arroja en su segundo trabajo, The Adamant Girl, la silente pero férrea resistencia de una joven que se enfrenta a la retrógrada y misógina ideología de su familia cuando esta, horrorizada por su deseo de casarse con un hombre de una casta inferior, la envían a un chamán que contrarreste mágicamente el hechizo que creen que sufre. Este joven cineasta, que ganó el premio Tiger en el Festival de Rotterdam con su debut, Pebbles (2021), logró introducirse en la industria fílmica india vendiendo DVDs en las calles de Chennai, tras haber trabajado desde los ocho años en un taller textil empujado por la pobreza de su familia. Su filmografía refleja su vida y la de la región tamil de la que procede.
Este carácter rebelde de los protagonistas frente a unas autoridades y costumbres represoras subyace asimismo en Agora (Túnez, Francia, Arabia Saudí), de Ala Eddine Slim (Tlamess/Sortilegio). El cineasta tunecino juega con los códigos del thriller de ciencia ficción y del cine de denuncia al proponer una fábula fantástica en el que el Estado trata de controlar a la opinión pública, normalizando lo inusual, cuando personas ya fallecidas vuelven repentinamente a su hogar. Poseedor de un estilo muy expresivo, que no deja de evolucionar, Slim ganó el premio Luigi De Laurentiis a la mejor ópera prima en el Festival de Venecia en 2016 con Akher Wahed Fin.
Autoficción...
Completan la selección internacional dos largometrajes de extrema sensibilidad: Invention (Estados Unidos), de Courtney Stephens (Lesser Choices), y Bluish (Austria), de Lilith Kraxner y Milena Czernovsky. La primera recurre al recurso tan actual de la autoficción para relatar el viaje de descubrimiento que realiza la productora, coguionista y protagonista Callie Hernández (Alien: Covenant, La La Land) tras la muerte de su padre. Ejemplo del cine independiente estadounidense actual, juega con la textura que ofrece filmar en súper 16 milímetros como un elemento expresivo más en el relato.
En el mismo tono emotivo, la propuesta de las dos realizadoras austriacas, Lilith Kraxner y Milena Czernovsky, Bluish orbita en torno a la precariedad y la búsqueda de la propia identidad de la juventud europea actual, personificada en dos mujeres jóvenes y las rutinas de su vida cotidiana. Esta segunda colaboración de las realizadoras tras Beatrix logró el gran premio de la competición internacional en el festival FIDMarsella.