"WARCRY" es una banda de Heavy Metal asturiana nacida en 2002 con mucho peso dentro de la escena nacional española y latinoamericana. Cámara en mano, el grupo integrado por Víctor García (voz), Pablo García (guitarra), Roberto García (bajo), Rafael Yugueros (batería) y Santi Novoa (teclados), relata con humor y sinceridad sus experiencias y anécdotas en su última gira por México y Chile. Esta rock movie refleja el esfuerzo, compromiso y complicidad de una banda que disfruta y hace disfrutar con su directo, llevando su música en un viaje personal en el que podemos comprobar que muchas leyendas y mitos sobre las bandas Heavy son falsas.
Por otra parte, la gira latinoamericana de estos cinco músicos asturianos está cargada de verdades: cientos de seguidores para recibirles en el aeropuerto a las cinco de la mañana; mismo horario (incluso más temprano) para otros tantos fans haciendo cola en la taquilla; y uno de los puntos álgidos de esos 34.450 km., la actuación en El Circo Volador. Este mítico local de la Ciudad de México, sede de la asociación cultural del mismo nombre, fue creado a partir de un estudio sociológico sobre las necesidades de la juventud mexicana en el que se llegó a la conclusión de que el punk, el rock y las nuevas tendencias artísticas debían formar parte de la vida cotidiana de este público. Por sus salas han pasado grupos de la talla de Helloween, Cradle of Filth, Moonspell, Lamb of God o Peter Murphy.
La idea original de José Ángel Ordiz cuenta con el respaldo del manager Anibal Siñeriz como productor, la participación de todos los integrantes de WARCRY como protagonistas, y la colaboración en el papel de guionista para el montaje final de Álex Zapico, director del documental El Astillero: Disculpen las molestias presentado en el Festival de Cine de Gijón en 2007.
Lo que comenzó con la intención de guardar para el recuerdo los gratos momentos vividos en la gira se ha convertido en un relato de las peripecias de estos músicos que quieren mostrar y contagiar a sus coterráneos con el afecto de sus seguidores fuera del país. El resultado es un documental de casi una hora de duración en la que el espectador descubrirá que bajo una apariencia ruda de estos artistas se esconde una gran sensibilidad hacia la profesión y quienes disfrutan con su música.