Annabella, la rubia y frágil actriz alemana, se casó con el boxeador Max Schmeling. El contraste era evidente. Y una amiga le dijo a Annabella "Llamáis la atención. Tú tan delicada. Él, con ese aspecto de oso", a lo que la actriz dijo "Más llamaríamos la atención al revés".