En la historia del cine tiene un puesto importante el apellido Barrymore. Lionel, el gran actor; Ethel, la magnífica actriz y John, el galán. De John es la anécdota.
Acababa de estrenarse una de sus primeras película. Eran los tiempos del galán-galán, y alguien dijo de él que su único mérito era el perfil. Y él lo encajó perfectamente. Tanto que dijo: "Es natural. Siendo hermano de Lionel y Ethel no puedo aspirar a prestigiar el apellido Barrymore como intérprete. En vista de eso, no me queda más remedio que ser guapo".