Lo contó el gracioso actor Dick van Dyke a lo largo de una entrevista en la que se prentendía que contase toda su vida artística: "La primera vez que salí a un escenario tenía siete meses... Hacía, como es natural, el papel de un bebé... De un bebé al que algo debía molestarle, porque empezó a llorar en el momento más inoportuno. Y me han contado que el primer actor, hombre de mal carácter, dijo entre dientes: 'Esto es lo que pasa cuando se trabaja con aficionados'"