Harold Lloyd, el cómico aquel de las grandes gafas, aguantó durante algún tiempo las opiniones de un vecino que decía cosas como ésta: "Lo que hace usted no es serio". Bueno; pues un día le sorprendió en una sala de proyección. Y el de "lo que hace usted no es serio" se reía a carcajadas. Proyectaban una película de Harold Lloyd. Y éste le dijo sencillamente: "Lo pillé".