Le pidieron un autógrafo a Robert Donar, el actor. Y él, sobre la marcha garrapateo su nombre. Y la chica del autógrafo, por que era una chica, se quedó mirando aquello. Y dijo: "No se entiende". A lo que Donat espetó: "Mejor, señorita. Así le vale como autógrafo mío y de quien usted quiera".