Vincent Price, el actor especializado en personajes de terror, contaba a unos amigos aquella tarde: "Volví a casa. Yo aseguraría que había dejado todas las luces apagadas. Pero algo había encendido en el despacho. Y nadie -que yo supiera- había podido entrar. Se oía una rara música." No te habrías equivocado de casa, le espetaron, a lo que el actor contestó: "Bueno, yo más que creer que me había metido en casa de alguien, creí que me había colado en una película".