Durante el rodaje de una de sus primeras películas, el director John Ford se enfrentó personalmente con un extra. Y en voz alta. Luego diría que había aprovechado para que le oyesen todos. El tal extra se encendía. No se estaba quieto. Quería, en definitiva, centrar en él la atención del espectador. Y esto fue lo que Ford le dijo: "Usted es algo muy importante dentro de la película, pero siempre que se atenga a su cometido". Y aclaró "Una película es como un paisaje. Y si cada piedra, cada árbol pretende estar en primer plano, adiós paisaje".