La primera vez que Gérard Philipe pretendió trabajar como actor recibió una desconcertante respuesta. Naturalmente, era cuando nadie le conocía, cuando ni él mismo suponía que iba a llegar a ser una auténtica figura. Le dijeron: "Lo sentimos mucho... Es usted muy delgado, muy poca cosa". Y él respondió: "Perdone: no suponía que contrataban únicamente a pesos pesados".