Cuando al actor George Raft le ofrecieron el papel principal de "Bolero", se lo pensó, por la sencilla razón de que no sabía bailar, y había que hacerlo al compás de la partitura de Ravel. Se lo pensó, pero dijo que sí, y consiguió un éxito. Y tras el éxito, un amigo le espetó: "Y dudabas...", a lo que el actor contestó: "Bueno, dudaba, porque yo no soy un bailarín... Pero resultó que mi personaje si que lo era".