Además de Aldo Fabrizzi, el grueso y gracioso actor, el cine italiano contaba con el galán Franco Fabrizzi. En una ocasión, Franco Fabrizzi fue presentado, simplemente así: "Fabrizzi..." Y una señora dijo: "¿Cómo ha adelgazado?". Fabrizzi se echó a reir y contestó: "Siento no poder darle la receta".