Sidney Chaplin, el hijo de Charles, recibió, tras su primera aparición en la pantalla, la opinión de un mediocre actor. Una opinión malintencionada, aunque, como reconoció Sidney, se apoyase en una discutible realidad: "Nunca llegarás a lo que tu padre", le espetó. Sidney, contra lo que probablemente esperaba el otro se echó a reir y dijo sólo: "Naturalmente".