Al final de su carrera le preguntaron a Gary Cooper si estaba realmente satisfecho de lo que había conseguido. Y el famoso actor demostró que el éxito no se le había subido a la cabeza: "Si a lo que se refieren ustedes es a la calidad de mis interpretaciones, no estoy satisfecho; pero si es a la consideración de las gentes, más que satisfecho estoy asombrado".