Luego, poco a poco, tras películas en las que hacía poco más que bailar, fue convirtiéndose en un notable actor. Un día alguien se lo hizo notar diciéndole: "Es asombroso lo bueno que ha llegado usted a ser", a lo que Astaire respondió: "Tanto como asombroso... Nunca creí que en aquellas primeras películas pareciera tan tonto".