Uno de los más seguros actores secundarios del cine norteamericano de los años 30, Edward Everett Horton, apenas hizo en su carrera profesional otros papeles que el de mayordomo. Pero él no parecía estar molesto con ello. En una ocasión dijo: "En realidad, algunos hemos llevado al cine el concepto médico de la especialidad. Se trata de cultivar una parcela determinada. Pero, eso sí, en profundidad".