Recordarán ustedes, los ya no tan jóvenes, a Lewis Stone, aquel actor eficaz, discreto, siempre en su papel. No consiguió éxitos deslumbrantes, pero se mantuvo permanentemente en un buen lugar. Dentro de los repartos y de la consideración de las productoras. Un día, lo comentaba él con un viejo amigo: "En términos de Bolsa, yo soy un valor estable. Ni grandes subidas, ni grandes bajadas. Nadie se ha hecho rico conmigo, pero a nadie he arruinado".