A la gran trágica italiana Ana Magnani la querían mucho sus compatriotas. Era algo así como símbolo nacional. Y ella lo sabía. Y estaba orgullosa, pero al mismo tiempo... Un día lo dijo: "Me quieren mucho. Lo noto. Mucho". Y su 'mucho' le sonó a 'demasiado' a quien lo oía. Y dijo: "Tú te lo mereces", a lo que ella contestó: "No sé". Hasta ese estremo no sé. Me gustaría estar segura".