Llegó Claudette Colbert, la actriz de cine, a un hotel de una pequeña ciudad, en los tiempos de sus mayores éxitos. Y una señora se le acercó y: "¿Cómo se parece usted?. No me diga que no la han confundido nunca con Claudette Colbert". Y la actriz dijo: "Con quien no me han confundido nunca ha sido con Spencer Tracy".